No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando los creamos; podría ser el guion para una España sin personalidad política propia. Estamos como al principio de la legislatura, sin ningún problema resuelto. El Salario Mínimo subiendo 15 euros más nos traerá de nuevo la pérdida de 130.000 puestos de trabajo. Se seguirá ignorando que el 70% de los puestos de trabajo lo generan las pymes; no es una prioridad del gobierno. Los costes empresariales seguirán subiendo, cuando aún no se ha recuperado un tercio del empleo destruido por la pandemia, con 3,5 millones de personas en paro, 260.000 afectados por ERTE, 200.000 autónomos sin actividad laboral y con el 36% de jóvenes en paro. La luz seguirá su alza y alcanzará los 300 euros/MWh y dejara de existir la tarifa valle y funcionaremos con la tarifa Arlanzón, al río con tabla y jabón.
El ministro Castells llevará a la universidad a una mayor ignorancia, ocultará el ingenio y perseguirá la meritocracia con su forma tan peculiar de ver el mundo. Las reglas fiscales se han suspendido y eso hará que el gasto aumente y el déficit seguirá al alza hasta el 8,4% situándose por encima del 3% que marca Europa. En consecuencia, déficit y deuda serán mayores en valores absolutos, por menores ingresos derivados de menor actividad y la situación macroeconómica nos relegará, a no tardar, a ser intervenidos. Las pensiones se revalorizarán con el IPC y el próximo año arrastrará un gasto, a mayores, de 5.000 millones de euros. En presupuestos se creará una partida de 1.200 euros anuales para que los padres tengan hijos y otra para liquidar a los que no les quieran tener. Dicen que están comprometidos con la estabilidad presupuestaria y con la recuperación económica y el empleo, pero estos presupuestos ahondarán más en el estancamiento y en la pérdida del tejido empresarial y en inversión productiva que ya hemos empezado a sufrir. El patriotismo constitucional seguirá siendo un eco lejano para resolver el problema de la elección del nuevo CGPJ. El Rey Emérito seguirá fuera de su casa, pero los okupas seguirán en la de los demás. Los Pujol de vacaciones en Cataluña, al igual que todos aquellos dirigentes de los EREs de Andalucía.
Todo aquello que no interesa lo ocultamos y así se deja de hablar de ello, una forma de pagar el populismo de esta España sin rumbo.