Íbamos a dejar caer pausadamente en esta columna las hojas secas del recién estrenado otoño cuando el concejal popular Berzosa llevó al Pleno del pasado viernes una proposición que pretendía aunar voluntades para generar acciones científicas, culturales y turísticas en 2026, año en que excepcionalmente se verá en Burgos un eclipse de sol, y en lugar de plácemes, se llevó la burla y el menosprecio del resto de los corporativos. Tenemos dicho que los actuales Plenos son un deplorable espectáculo de rifirrafes en el que los ediles pretenden quedar como el aceite, hacen gracietas y dan bajonazos al contrario confundiendo la reunión municipal con un programa de Sálvame; sálvese quien pueda. Ante tal panorama no es de extrañar que celebraran que se les pusiera en bandeja proposición tan astronómica, que favorecía grandemente sus ejercicios de ironía y parlamentarismo provinciano, aunque la propuesta de mirar al cielo de pasado mañana y procurar la proyección del Burgos de pasado mañana -que pasado mañana es, como quien dice, 2026-, no mereciera caer en saco roto. El último eclipse se vio en Burgos en 1905 y la sociedad de entonces, tan analfabeta aún, supo entender la importancia del suceso para la promoción de la ciudad y favoreció la visita de estudiosos y turistas, y propició las investigaciones científicas dada la innegable relevancia de los eclipses totales; ya en 1903, dos años antes, el astrónomo Landerer había publicado un libro, El eclipse de sol de 1905, en el que analizaba el fenómeno. Ocioso es decir que en aquella ocasión Burgos latió con un solo corazón, sin politiqueos ni disensiones, y que en el Pleno municipal de mayo de aquel año todos los concejales actuaron al unísono, guiados únicamente por el interés general. De aquella sociedad bienintencionada, activa y entusiasta de la que somos herederos, se mofaron el pasado viernes los ediles que hoy nos gobiernan, demostrando tanta insensibilidad como incultura. Ustedes perdonarán que no hayamos escrito sobre el otoño con palabras de luz y oro viejo, pero se nos ha cruzado en el camino un eclipse que nos ha dejado la columna en sombra. 
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