María Albilla

Plaza Mayor

María Albilla


Que se mojen las balas

07/09/2022

Recuerdan que Ucrania está en guerra, ¿verdad? ¡Como para olvidarlo! Pues durante semanas así parecía. Un conflicto totalmente anacrónico en suelo europeo dejó de copar los titulares 'gordos' y la atención de la ciudadanía se disipó pese a que allí el ruido de las bombas seguía siendo atronador. Sin embargo, el país que dirige Volodomir Zelenski ha vuelto a entrar en nuestras vidas. ¿Se han dado cuenta por qué? Pues porque su guerra se ha convertido en la nuestra amenazados por un posible desastre nuclear en Zaporiya y, más aún, por el chantaje del gas y la 'guerra fría' que se nos viene este invierno. Y, efectivamente, vamos a pagar caro, muy caro, el desafío de Putin, pero al menos viviremos para contarlo.

No pueden decir lo mismo los millones de personas que se han 'acostumbrado' a un día a día entre los silbidos de los cohetes en el mundo. Porque las guerras van mucho más allá de Ucrania, aunque estén 'olvidadas', que es lo que sucede cuando se dilatan en el tiempo. Apenas se habla ya de qué sucede en Siria, dónde estalló un conflicto civil  en 2011 en el que se estima que han perdido la vida 600.000 personas y un millón han resultado heridas. 

En Yemen llevan ocho años matándose en unos ataques que tienen sus raíces la primavera árabe. Allí también se han denunciado crímenes contra la humanidad, pero, léase con mucha ironía... ¿dónde dices que está Yemen? ¿Y Etiopía? ¿Y Haití? ¿Y Myanmar? ¿E Israel y Palestina? Por no olvidar la rivalidad, más patente hoy que nunca por Taiwán, entre China yEstados Unidos y, por supuesto, Afganistán. Allí hace un año, con la salida de Washington, 'terminó' una guerra que convirtió al país directamente en el infierno. Porque quizá ahora la violencia sea menor, pero el hambre, la absoluta falta de libertad, las carencias sanitarias, el ostracismo, el retroceso en el tiempo, la reducción de las mujeres a la insignificancia... no nos deberían ser ajenos.

Ante tanta sangre, les ofrezco una pequeña tirita, bálsamo de amor y música. Y 'que se mojen las balas...'.