Juan Manuel Pérez

ENTRE HOY Y MAÑANA

Juan Manuel Pérez

Periodista


El verano del 21

03/07/2021

No me busquen si no les gusta la columna. No me van a reconocer en bañador, chanclas y colorcillo cangrejero. Es lo que tiene poner tierra de por medio para disfrutar de las vacaciones en una playa del sur. Los problemas ya no son los mismos, al menos durante los diez días que dura la evasión. Reconforta estar pendiente tan solo de encontrar un hueco donde poner la toalla en primera línea o de que la cerveza del chiringuito esté fresquita y no de una estadística, como en los últimos meses. De esas cifras que a diario nos contaban cómo evolucionaba una pandemia que nos pilló desprevenidos y confiados en que el problema no iba con nosotros. Que era cosa de chinos y que en la desarrollada Europa no iba a ir más allá de una molesta gripe. Pero el caso es que llegó y se llevó por delante nuestra superioridad. Nos sentimos vulnerables y sobrepasados por lo desconocido. Durante muchos meses fuimos dando palos de ciego. Improvisando medidas y leyendo los boletines oficiales para descubrir entre líneas hasta dónde llegaba nuestra libertad esa jornada. Nos encomendamos a los científicos para que dieran pronto con la vacuna. Y lo hicieron. Nunca se había visto algo parecido en tan poco tiempo. Los políticos se dedicaron a sus peleas cotidianas. No tuvieron reflejos, pero siempre encontraban a alguien al que acusar de hacerlo aún peor. En la tele, los presentadores de informativos se convirtieron en delatores. Como los policías de balcón, se empeñaban en señalar a ciudadanos que no cumplían la norma y, en ocasiones, tratarlos como delincuentes. Fueron los días más grises de esta pandemia que tanto desconsuelo ha provocado. Pero ya ven. Aquí estamos, paseando sin mascarilla por las calles y esperando que después de disfrutar del mar podamos volver a echar un baile en las verbenas del pueblo.