Rosalía Santaolalla

Sin entrar en detalles

Rosalía Santaolalla


Septiembre

09/09/2021

Lápices, bolis, goma, sacapuntas. Cuadernos, hojas de archivador. Estuche, forro. Los libros. Esa sensación de novedad, de estrenar un jersey que aún no tiene bolas, de empezar de cero, de tener otra oportunidad para hacer las cosas bien. Septiembre sigue siendo así cuando nos hacemos mayores y la lista de buenos propósitos puede ser infinita. Salir a correr. Dejar de fumar. Comer más fruta. Pasar de la segunda página del Ulises de Joyce. Si eres, yo qué sé, consejero del Gobierno de nueve provincias una comunidad un futuro una identidad, intentar darle caña a la construcción de ese centro de salud que está pendiente desde hace dos décadas y que lleva más de un año siendo un esqueleto abandonado y lleno de pintadas.

Y si -un suponer- eres alcalde, la lista debe ser más larga que el catálogo de pelis alemanas de La 1. Los objetivos del nuevo curso empiezan siempre por cuadrar las cuentas del año siguiente y conseguir que te las aprueben antes de Nochevieja, un reto de éxito equiparable al de aguantar seis meses seguidos yendo al gimnasio; hay quienes lo han conseguido, pero se cuentan con los dedos de una mano. El propio presupuesto no deja de ser, en sí mismo, otra declaración de buenas intenciones, de las que muchas se quedan sin materializar a lo largo del año. 

Me pregunto qué habrá en esta hipotética lista de objetivos del primer edil para este año. Una obra en Gamonal, quizá, de esas que no se han visto en años y falta le hace al barrio. Igual también está apuntado un centro cívico en el barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas. Y es de suponer que entre los primeros puestos está darle un buen arreón al proyecto del nuevo Mercado Norte, en pleno centro de la ciudad y con tantas posibilidades desaprovechadas desde hace años. Hace tanto tiempo que se habla de los mercados gourmet que da la impresión de que, cuando se haga, llegaremos tarde porque la tendencia comercial irá por otro lado. Porque, como lo de aprender a tocar la guitarra, hay cosas que llevan demasiados septiembres en la lista de buenos propósitos.