Si atendemos a las encuestas de estos días, el estado de la nación es muy mejorable. Los españoles perciben, según una encuesta de Metroscopia, que España no progresa, el 48% dice que sufre 'declive', el 32% percibe 'estancamiento' y solo el 19% aprecia 'progreso'. El 'Debate sobre el estado de la Nación' es un procedimiento copiado de los EEUU que otorgan importancia al informe que el presidente rinde al Congreso cada año con un discurso que marca el carácter del curso político. Aquí se copió este modelo al arranque de la democracia y se ha practicado con discontinuidad y poco provecho.
El último debate, la semana pasada, estaba precedido de seis años de carencia. Mal síntoma. Por ello no debe extrañar que solo el 8% de los españoles declaran haber seguido el debate con atención, un porcentaje de gente muy 'cafetera' de la política. Un 25% dice que prestó alguna atención y el 66% se manifiestan desinteresados.
Tan bajo porcentaje de atención no es óbice para que el 87% de los encuestados diga que las medidas anunciadas por el presidente de Gobierno no ayudarán a mejorar la economía de los hogares. De manera que el debate no interesa, entre otras razones, por el escepticismo sobre los resultados.
En otra encuesta reciente el 69% de los españoles reconocen que España es una democracia avanzada y el 80% califican de positivo el período democrático. Entre los que rechazan ambas afirmaciones predominan nacionalistas y votantes de Podemos y VOX. Nada raro. Además, más del 80% consideran que los políticos actuales están poco preparados para gestionar, carecen de vocación de servicio, no tienen ideas claras y no prestan atención a lo que preocupa a los ciudadanos. Es decir, un suspenso como una casa.
Es frecuente que este tipo de encuestas inmediatas proporcionen resultados mediocres pero los de ahora se colocan entre los peores de la democracia. Como para que algunas gentes se lo hagan mirar, reflexionen y cambien la aguja de marear o decidan, por el bien de todos, dar un paso atrás y dejar que otros se ocupen. El estado de la nación es malo.