Evaristo Arzalluz

Plaza Mayor

Evaristo Arzalluz


Falacia lógica

09/03/2021

«La profe de Lengua ha dicho que levanten la mano los que sean taurinos. La han levantado 5 o 6. Luego ha dicho que la levanten los animalistas y la han levantado más de 20. Papá: ¿yo soy taurino o animalista?». «Hijo, tú no eres ninguna de las dos cosas. Tu profesora está manipulando».
Detrás de esta intrascendente anécdota se esconde una trampa de enorme trascendencia. Se llama «falacia lógica». Consiste en plantear cualquier cuestión de modo dialéctico: tesis o antítesis. El concepto clave es ‘sólo’: sólo puedes elegir una de las dos opciones, no puedes matizar.
Por ejemplo, te preguntan: ¿Eres de izquierdas o de derechas? Si respondes «de izquierdas no», entonces eres de derechas. Otro ejemplo: ¿Eres feminista? ¿No? Entonces eres un (asqueroso) machista. 
¿Cuál es el origen de la falacia lógica? Aunque ya Aristóteles la estudió, los que más la utilizaron fueron los protestantes alemanes, Lutero y demás, que resumieron su doctrina en «los tres sólos» (sólo escritura, no tradición; sólo fe, no obras; sólo gracia, no mérito) en contraposición a la doctrina católica (escritura y tradición; fe y obras; gracia y mérito). Más tarde, Hegel, otro alemán, llevó la falacia al límite. De él viene el nazismo (sólo raza aria) y el comunismo (sólo materia, no espíritu).
¿Para qué se usa la falacia? Para dividir y enfrentar: o conmigo o contra mí. Mientras tanto, ellos viven de nuestro enfrentamiento. 
Pues yo no me dejo encajar ni sólo en la izquierda ni sólo en la derecha (soy conservador, y progresista, y liberal), ni soy sólo feminista ni mucho menos machista (a mí nadie me da lecciones sobre el valor de la mujer). Ah, y no me gustan los toros pero no por eso soy animalista. No estoy dispuesto a odiar a nadie porque piense distinto. La vida no es en blanco y negro, los matices la enriquecen. Me parece que nunca seré de ningún partido político.
Abrid la mente. Salid de la falacia. Disfrutaréis.