En Justicia hemos tenido una vuelta al colegio complicada. El primer día, Minerva, sí ese programa informático que hace posible nuestro trabajo en el juzgado, se 'colgó' y nos dejó a todos con cara de tontos. Pero no contentos con esta fanfarria de bienvenida, en materia de Derecho de Familia nos hemos encontrado con una reforma legislativa que, lejos de solucionar aquellos problemas más urgentes y necesarios en el ámbito de los conflictos familiares, nos han dejado, al menos a mí, con la boca abierta.

Me doy cuenta que asuntos como guarda y custodia, vivienda familiar y otros, ya no son cuestiones prioritarias para legislar. Por lo visto, la declaración de sintientes en relación a los animales ha generado un movimiento tan importante que han conseguido, en tiempo récord, el reconocimiento de unos derechos que, sin embargo, nos han costado siglos de reivindicación a los humanos.

Con esta situación, me temo que en los juzgados nos vamos a enredar también con la guarda y custodia, régimen de visitas, manutención y demás cuestiones derivadas de la mascota de turno, y supongo que como no hay dos mascotas iguales, nos va a llevar su tiempecito y sus incidencias correspondientes, tiempo que estaremos quitando, a mi entender, a solucionar otros problemas mucho más trascendentes.

Nunca he dudado que los animales sean sintientes, es obvio; pero también creo que de ahí a otorgarles una categoría y derechos parejos a la de los humanos, pues me van a perdonar, no lo veo. Y aún más, si todavía no se cuenta con los medios, tiempo, ni capacidad suficiente para agilizar y mejorar la toma de decisiones sobre los adultos y niños, no parece muy viable introducir este nuevo elemento para animar aún más la fiesta. Lejos de simplificar y facilitar la resolución de los conflictos familiares, parece que se quieren introducir en la ecuación más motivos de fricción. 

Sospecho que en breve habrá también un equipo psicosocial especializado en las mascotas. Ello, cuando llevamos años solicitando, cuando no suplicando, un equipo de refuerzo para las personas y nunca hay dinero. Sin embargo, algo me dice que para las 'mascotas' no habrá problema, ni retrasos. Una vez más, el mundo al revés.