Isa Martín López

Plaza Mayor

Isa Martín López


En defensa del regreso de los festivales

10/08/2021

Esto sí puedo hacerlo, esto no, aquello no debo y lo de más allá está mal visto que lo haga. Ahora cualquier actividad que se salga del ámbito privado es mirada con lupa para ver si se ajusta a la normativa actual para frenar los contagios de covid-19 y, de paso, a la ética creada en torno a la pandemia y la lucha contra ella. Es como lo de usar las mascarillas al aire libre: se te la puedes quitar en ciertas circunstancias que todos sabemos pero que parece que está mal y casi nadie va sin ella, como que cuesta ir recuperando la normalidad. El miedo social al contagio o al qué dirán nos reprime de ir volviendo a lo que antes era la vida.
En esa disyuntiva está gran parte de la sociedad de Aranda de Duero, que esta semana es el epicentro nacional de la cultura musical, de los antes típicos festivales de verano y de los criticadores profesionales, que la pandemia ha multiplicado por cientos. Por cada posible asistente de los 5.000 que hay de aforo máximo en esta edición de Sonorama Ribera hay un centenar de contrarios a su celebración. 500.000 criticadores que se dejan guiar por dos o tres que se llevan las manos a la cabeza pensando que llega el Apocalipsis, que el mundo va a implosionar y que todos los que van a entrar a este festival se convertirán en zombies o algo peor.
Yo soy la primera que quiero que salgamos de esta espiral de contagios, pero para eso están las vacunas y las medidas de seguridad (mascarilla, limpieza de manos y distancia de seguridad). Lo primero ya muchos tenemos la pauta completa, y cada día somos más los vacunados. Lo segundo está asegurado por la organización de Sonorama Ribera, con quien comparto la afirmación de que tienen el mejor público del mundo, porque quiero confiar en que todo el mundo va a comportarse como debe. 
¡Pero el mundo no puede seguir parado! No me escondo y aplaudo que podamos disfrutar de la cultura segura, porque detrás de ella hay una mucha gente que vive de ello. ¡Y si no que se lo digan a todos los bares y restaurantes que siempre hacían el agosto con Sonorama Ribera!