Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Magia en las ondas

17/02/2021

Intento hacer memoria pero no logro acordarme de la primera vez que oí la radio. Sí soy consciente de haberla sentido presente en mi casa desde que era muy pequeña. Encenderla era el primer gesto de mi madre cada mañana y a lo largo del día se oían ininterrumpidamente noticias, seriales, consultorios, magazines y programas musicales; así que no es extraño que siempre haya estado enganchada a este maravilloso medio de comunicación. Resultaba y sigue resultando mágico que un medio tan al alcance de todos y un gesto tan sencillo como girar la ruleta del dial proporcione tal cantidad de información, conocimiento y emociones; con la ventaja añadida de que puede acompañar casi cualquier actividad cotidiana porque, al contrario que otros, no requiere de atención exclusiva. Por aquel entonces nunca imaginé que yo sería una de sus voces y que se convertiría en la etapa profesional que recuerdo con mayor satisfacción y nostalgia.
Por todo ello no puedo dejar pasar la celebración del Día Mundial de la Radio, que acontece cada 13 de febrero, especialmente en un año donde se ha vuelto a demostrar que en los momentos de crisis el medio radiofónico es el que más llega al público si nos atenemos al incremento del número de oyentes, de las horas de consumo y a la buena valoración recibida por parte del público; ya se puso de manifiesto en la conocida como noche de los transistores, de la que el próximo día 23 se cumplirá un nuevo aniversario, y lo ha vuelto a conseguir durante los duros días del confinamiento en los que nos ha proporcionado compañía, entretenimiento y una información alejada de los bulos y del sensacionalismo que proliferan en Internet y otros medios audiovisuales.
Con estas líneas también quiero rendir homenaje y felicitar a los compañeros que trabajan en la radio local, muchos de ellos fueron mis maestros, que siguen en la brecha cada día en condiciones más precarias porque las grandes cadenas, en mi opinión con mucho desacierto, han dejado de apostar por las programaciones locales reduciendo al mínimo las plantillas, los medios técnicos y los minutos de emisión para contar lo más próximo que, a pesar de este mundo globalizado en el que vivimos, sigue siendo lo que más nos afecta y nos interesa.