Santiago González

Plaza Mayor

Santiago González


La cuaresma se prolonga demasiado

17/02/2021

Hoy es miércoles de ceniza y con él se inicia la cuaresma, un camino en el que cada uno se prepara para la resurrección de Jesucristo, el momento álgido del año para los cristianos. Esta travesía de 46 días tiene un final jubiloso y con fecha definida, indudablemente mucho mejor que el vía crucis penitencial que estamos viviendo con la pandemia, que está ahogando varios sectores económicos y dejando casi en la ruina a miles de trabajadores y a sus familias.
Esta situación, que evidentemente es culpa del maldito virus, nos está llevando a una merma de las libertades en nombre de la protección de la salud y la vida. Ni que decir tiene que comparto íntegramente todos los esfuerzos necesarios para salvar vidas de abuelos, padres, hijos y ciudadanos de cualquier condición, pero las autoriades sanitarias tienen que entender que estos sacrificios personales y colectivos no se pueden extender sin límite en el tiempo.
El Tribunal Supremo ayer le dio un revolcón a la Junta suspendiendo el adelanto del toque de queda. Como consecuencia, Mañueco e Igea tragaron saliva y, como no les quedaba más remedio que aceptar el auto, decidieron que a las 20 horas se cerraba el comercio, la hostelería y cualquier otro tipo de actividad no esencial. Yello provocó el cabreo de amplios sectores económicos, que creen que esta medida, adoptada deprisa y corriendo tras el revés judicial, no deja respirar a quienes más lo necesitan porque están a punto de ahogarse.
Esta cuaresma ya dura demasiado. Comparto la difícil situación epidemiológica, los graves datos de ocupación de las UCI y el cansancio de los sanitarios, pero creo que es mejor ir ‘abriendo’ un poco la mano que mantener el puño cerrado. Hay que recuperar el pulso y mejor hacerlo poco a poco.