Hace ahora aproximadamente veinte años, tuvo lugar la primera feria de Burgostock en nuestra ciudad, actuación absolutamente innovadora en aquel momento y avanzadilla de lo que posteriormente ocurriría en muchas otras ciudades de España. Así somos en Burgos, abrimos caminos y los iniciamos, para que luego nadie se acuerde y la idea se la apropien otros más listos o con mejor marketing de venta.

Pero no importa, porque esta actuación es ya nuestra y se ha quedado. Forma parte cada año de las citas comerciales más importantes de la ciudad, pase lo que pase, incluso con pandemia. Empezó en una carpa en la Plaza San Juan para trasladarse después a Plaza España y continuó su periplo en el maravilloso Fórum Evolución. Pero finalmente se ha lanzado desde hace ya tres años a nuestras calles del centro histórico, tal vez este haya sido siempre su real y verdadero destino, tomando los comercios de nuestra ciudad y sacando los artículos a la calle, como si estuviéramos paseando por la propia Ibiza, pero eso sí, con otro clima y otro aire un poco más fresco.

Burgostock, al igual que nosotros, se ha adaptado a las nuevas demandas y necesidades, pero sigue manteniendo ese punto de diversión y novedad, porque conseguir tu abrigo soñado a precio de chollo, es un deseo que puedes cumplir. Sé que parece algo muy superficial, pero créanme, ahora mismo es más necesario que nunca darse un capricho. Un premio merecido por todo esto que nos está pasando y ya no entendemos. Así que líbrate del castigo y escápate de compras. Recuerda que estarás realizando una labor social y económica en favor de la ciudad, todos ya sabemos a estas alturas lo que significa nuestro comercio y hostelería local, es más que evidente que sin ellos la ciudad se muere y se apaga, como versaba la campaña del comercio del centro hace apenas dos años.

Ambos sectores comercio y hostelería, están dejando muy claro quienes hacen ciudad y quienes la destruyen.

Pues nada, otro año más les animo a salir a partir del 19 de febrero por las calles del centro a buscar el chollo que les devuelva la felicidad durante unos instantes, que falta nos hace.