Parece que la prisa por aprobar las leyes de contenido moral -aborto, eutanasia, ley animalista, ley trans- es por defender los derechos de los vulnerables. ¿Y si es porque se acaba la legislatura y luego ya no podrán?

Parece que, una de ellas, la ley del 'solo sí es sí', está mal hecha. ¿Y si está mal hecha a propósito para 'blanquear' la pederastia? Parece descabellado, pero lo cierto es que está beneficiando a los pederastas, alguno de los cuales ya está en la calle; además, la ministra declaró que si un niño consentía relaciones, no era delito. Y, finalmente, resulta sospechoso que los 'intelectuales' que inspiraron esas leyes morales (Foucault, de Beauvoir, Althusser, Derrida) firmaron en su día un manifiesto pidiendo expresamente la despenalización de la pederastia.

Parece que el interés por nombrar cuanto antes a los miembros del Tribunal Constitucional es por cumplir con las reglas democráticas. ¿Y si es para tenerlo controlado y bloquear cualquier posibilidad de que prosperen los recursos de inconstitucionalidad que pudiera presentar la oposición contra esas leyes morales?

Parece que ciertas decisiones -descafeinar el delito de sedición, el de malversación, retirar la Guardia Civil de Navarra- se han adoptado para comprar el voto nacionalista para aprobar los presupuestos. Pero, ¿y si el verdadero motivo es sembrar el terreno de sal para que la oposición, si gana las elecciones, no pueda gobernar?

Parece que nuestros gobernantes están preocupados. Pero no deberían. Los que vengan después, si es que vienen, no van a cambiar esas leyes: los que podrían porque no se atreverán, por mucho que ahora prometan lo contrario. Los que se atreverían, porque no podrán, no tendrán mayoría suficiente.

Parece un plan realmente diabólico. ¿Y si por esta vez sí es lo que parece?