Sí, nos tiene locos la nieve en Madrid. 10 días después ¡aquí sigue! Ahora en forma de hielo, así que todo mi anhelo sería tener algo de la habilidad del patinador Javier Fernández para salir indemne de cada paseo por la helada capital de España. A falta de ese don, pegada a mis bastones de montaña, sigo, de momento, sana y salva. No se pueden imaginar la de veces que me han dicho estos días, pero si tú eres de Burgos, y estarás acostumbrada, pero ¡qué va! Esto ha sido demasiado y aquí no estamos preparados. Para la próxima, que no nos pille sin pala.

La gente ve nieve o frío y piensa en Burgos. Pero cada enero también se acuerdan de nuestra tierra por ella, Cristina Gutiérrez. No hay crónica que no destaque que es ‘la piloto burgalesa’. Y lo cierto es que Cristina representa lo mejor de nuestra esencia: luchadora, trabajadora, perseverante... cualidades con las que pule un talento descomunal al que ya se rinden los más grandes.

La mismísima Jutta Kleinschmidt la felicitó en persona por convertirse en la segunda mujer tras ella en ganar una etapa en el Dakar. La primera española, claro. Otra barrera que derriba nuestra piloto, que uno tras otro hace añicos cualquier techo de cristal. El mismísimo Hamilton la ha fichado para su equipo de Extreme E. Y algo sabe Lewis de pilotar, ¿no? Loeb, que será su compañero, la ayudó a buscar equipo para ir al Dakar. Y ella, valiente, dijo sí. Modalidad nueva, prototipo ligero, con un copiloto al que ni conocía, pero Cristina dijo sí. Cristina lo de zona de confort no sabe ni lo que significa.

Este año tocó abandonar, pero ha terminado el rally más duro del mundo en la modalidad Experience, buscando experiencia, ¡porque quiere ganarlo! Y no duden que puede hacerlo. Así que burgaleses, si la ven por ahí, llévense la mano al corazón, como nos deja la OMS. Que sienta nuestro orgullo. Y niñas y jóvenes, si buscáis un referente femenino, aquí en casa, tenemos a la mejor. ¡Bravo, Cristina!