Rosalía Santaolalla

Sin entrar en detalles

Rosalía Santaolalla


Gotera de habitantes

28/01/2021

«El hombre ha construido un túnel bajo el Canal de la Mancha, pero aquí somos incapaces de impermeabilizar un alcorque». Mi (mala) memoria atribuye la frase al que fue alcalde de la ciudad, Ángel Olivares, pero puede que la pronunciara otra persona en una visita que yo recuerdo preelectoral a la Plaza de Santiago. De eso tiene que hacer unos 15 o 20 años y me he acordado estos días porque parece que ahora va la vencida y las enormes goteras que sufre el aparcamiento bajo la plaza se solucionarán con unas obras que ojalá sean definitivas. 

No tengo del todo claro que aquello del alcorque se refiriera a ineficiencia, a falta de voluntad o a una mezcla de ambas, pero algo parecido deben estar pensando los habitantes de las zonas rurales de Castilla y León que se han quedado sin pediatra, los que han visto cómo cerraban el consultorio de su pueblo y quienes ya ni siquiera esperan a los especialistas que la Junta comprometió hace años para su zona. De los transportes o la conectividad hablamos otro día.

Esta que escribe no tiene pueblo. Una desgracia como cualquier otra; como aquellos veranos en que los amigos desaparecían durante casi tres meses. Esos que primero compartieron trastadas con su cuadrilla en bici y ahora -cuando se puede- se reúnen en la bodega para hacer coñas con los que emigraron a Madrid o a Bilbao de su quinta. Los que se quedaron y los que están pensando en volver lo tienen complicado, a pesar de que llevamos años hablando de políticas contra la despoblación. No es que no se sepan vender las bondades de la vida rural. Es que no se ha solucionado lo que llevó a sus habitantes a marcharse. 

Hace unas semanas, el Gobierno regional mostró su disposición a hacer de Castilla y León una tierra de acogida para solicitantes de asilo. Iniciativas privadas como el proyecto Arraigo podrían también atraer a algunas familias a los pueblos de la región. Son muy buenas ideas. Pero falta la segunda parte: propiciar las condiciones adecuadas para que no tengan que marcharse de nuevo.