Ignacio Camarero

Dibujos de Ciudad

Ignacio Camarero


Prohibido anunciar galletas...

07/11/2021

El votante del señor Casado, don Pablo, come pan. Objetivo: meterlo en la cárcel. Primer paso: de lo impensable a lo radical. El señor Sánchez, don Pedro, lo convierte en una cuestión científica. Organiza un congreso y, empieza la jerga. Impacto bioclimático de los campos de trigo para harina de consumo humano. Perdices y codornices protegidas. Gramíneas que invaden el hábitat del árbol. Rastrojos que incrementan el riesgo de incendio de la masa forestal. Simultáneamente, la señora Montero, doña Irene, crea un grupo extremo que incendia online los campos de cereal en señal de protesta. Sus activistas van desnudos. Una espiga tatuada en las nalgas los distingue. Se hace viral. Segundo paso: de lo radical a lo aceptable. La quema de plantaciones se reivindica como libertad de expresión. Su explotación mercantil, como símbolo del fascismo agrario. Trigo es triticum en latín. Sitári, en griego. Psicólogos y sociólogos hablan ya de triticumívoros cuando se refieren a los que comemos pan. De Sitaritanasia, cuando al hábito de su ingesta. Los partidarios de su ilegalización, se autodenominan notragotriganos. Tercer paso: de lo aceptable a lo sensato. Un técnico de la Seguridad Social explica como la mayoría de los fallecidos por enfermedad cardiovascular, o cáncer, practica, o ha practicado, la sitaritanasia. El mismo documento cuantifica, en miles, los millones de euros que podría ahorrarse el sistema público de salud con motivo de la erradicación de las tortas de aceite. Cuarto paso: de lo sensato a lo popular. Las calles se llenan de escraches con insultos como zampahogazas y tragachapatas. Almodóvar gana el Goya al mejor guion con su película Contigo, sólo cebolla. Y el colegio de nutricionistas de Madrid propone una dieta saludable que reemplaza el chusco por el marolillo; ya saben, un vaso de agua con un palillo. Quinto paso: de lo popular a lo político. El señor Garzón, don Alberto, ministro de Consumo, presenta en el Congreso la ley de ilegalización de la sitaritanasia. El gobierno prohíbe la degustación de pan en público. También anuncia penas, de hasta un año de cárcel, para quien haga apología del bocadillo a las puerta de los colegios. Y expropia Bimbo. (PD: Y además engorda...)