Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


La M.O.D.A., una más

05/12/2022

Con La M.O.D.A sucede un poco como con los deportistas top-top: a fuerza de repetir gestas épicas, uno se acostumbra y no les da la importancia descomunal que tienen. Cuando pasa un tiempo y son solo un recuerdo, de nuevo se colocan en el lugar que merecen, en lo alto del podio, en el olimpo. El grupo cerró su gira el pasado sábado 26 de noviembre en el Wizink Center de Madrid y la volvieron a liar: 12.000 personas entregadas disfrutaron del espectáculo.

Tal vez haya visto alguna foto del evento. La verdad es que resultan emocionantes. Más allá de localismos de mirada corta, emociona ver como la cultura popular de aquí, insisto en lo de popular, es un vehículo capaz de emocionar a gentes de todas partes. Y de la misma manera, resulta vibrante la relectura que estos músicos han hecho en su último disco de la tradición desde el respeto, el conocimiento y la desinhibición. La puesta en escena iba que ni pintada: el fondo del escenario estaba presidido por un telón que era una suerte de portada del Sgt. Pepper's de la cultura burgalesa con una completa alineación plena de personajes populares, dulzaineros, y hasta los propios Gigantillos. Subieron al escenario los grupos burgaleses El Nido, el Coro Interludio, que atacó una composición de Antonio José, Diego Galaz, una vez más, y bailaron Estampas Burgalesas que se marcaron una colorida La Molinera. Y, como locura total, plantaron a cuatro de los gigantones de la ciudad (no estoy seguro si eran las parejas de africanos e indios) jalonando las tablas. 

El logro es que, en estos tiempos de uniformización, el público goza de esta parte de la tradición como si de algo moderno se tratará (y lo es). Una música con la virtud de conmover y hacer sentir profundo que, curiosamente, fue elaborada en origen hace puede que siglos en un mundo que poco tenía que ver con este. Pero la emoción, lo que hace de la música lo que es, navega por el tiempo, permanece.

Ahora toca descanso. La siguiente parada para La M.O.D.A. será en marzo en el Vive Latino de México y, en primavera, nueva gira nacional. Cuesta imaginar hasta dónde pueden llegar estos tipos que uno se cruza por la calle y que han conseguido algo tan improbable como conectar miles y miles de corazones, como habrá comprobado cualquiera que los haya visto en directo. Eso ya es estar en el olimpo.
Salud y alegría.