Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


Arriesgar la vida para contar la verdad

28/04/2021

El asesinato de dos periodistas españoles en Burkina Faso ha consternado no sólo a quienes amamos y formamos parte de un modo u otro de la profesión periodística, sino a todo un país, España, que abandera la libertad y los derechos humanos y que también ha sufrido -y de qué manera- la violencia y la barbarie terrorista. David Beriain y Roberto Fraile eran (son, porque la memoria se escribe en presente) de esos reporteros que, literalmente, se metían en el ojo del huracán. Basta con ver la serie ‘Clandestino’ de Discovery o los documentales ‘Genocidio en la Selva’ o ‘Los ojos de la Guerra’.

A profesionales como ellos debemos que la sociedad occidental conozca la cruda realidad que se esconde en muchas partes del planeta. Que se escondía, mejor dicho, hasta que el arrojo de periodistas como los ahora asesinados la ponían delante de nuestros ojos.

Tuve el privilegio de conocer a Roberto en Salamanca, esa tierra de acogida que te transforma en ‘charro’ sin quererlo. Quienes le conocían mejor que yo saben que era un profesional muy respetado internacionalmente en el sector. Persona de valores que arriesgaba lo que fuera con tal de velar por el compromiso con la verdad más incómoda. Incluso a riesgo de perder la vida, como tristemente así ha sucedido. Discreto y de mirada privilegiada con su cámara, como los veteranos de guerra llevaba ya en su cuerpo la herida de metralla de una granada que le impactó en 2012 en Alepo, durante la guerra civil en Siria. Pero lejos de acobardarse por ese incidente, le reafirmó en sus convicciones.

Curiosamente Roberto era más conocido fuera de Castilla y León que en la Comunidad donde estaba afincado. ¿Por qué cuesta reconocer tanto el trabajo bien hecho entre los más cercanos? Es incomprensible.

Su trabajo habla por él, con una trayectoria admirable que merece el respeto y la admiración de toda la profesión. Porque estos compañeros que se juegan la vida para contar lo inenarrable están hechos de una raza especial que no debemos nunca olvidar, como a otros periodistas españoles que cayeron antes cubriendo otros conflictos y genocidios.