Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


¿Quién estorba?

09/06/2022

El presidente del Gobierno está feliz sin saber quiénes éramos y quiénes somos ahora. Han pasado cuatro años desde la moción de censura y dos del día en que nuestras caras empezaron a estar tapadas, nuestras gafas empañadas, el silencio en la calle... El trabajo oculto, en soledad, sin tomar un café con compañero, sin una cerveza después del trabajo, sin una conversación, sin nadie a quien contar nuestra vida, sin nadie que recepcione nuestros problemas. El reloj continuó marcando las horas y la vida siguió pasando, sin darnos cuenta se nos fue yendo deprisa. No hicieron falta decretos para adelantar o atrasar el horario, la vida social se paró.

Son tiempos de ficción, difíciles de creer, de asimilar. La vida nos ha cambiado y hemos aprendido a vivir con la anormalidad del mundo que no deseamos. Hemos visto pasar los días, los meses, y los dirigentes empresariales españoles han seguido observando cómo mengua el dinero en sus bolsillos mientras las deudas se multiplican en un tejido empresarial que ha retrocedido a niveles del 2006. Se nos han ido 16 años de progreso, ilusiones, pero sobre todo de futuro para una generación de jóvenes. Una generación que esperaba más de un gobierno y que lo único que han obtenido son infinidad de decretos leyes sin debate parlamentario y con rechazo por parte del Tribunal Constitucional. Hemos visto un gobierno opaco en actuaciones políticas, con el Sáhara o con Venezuela y que nunca vieron la luz. Un ejecutivo de 800 asesores, 23 ministerios, un CNI atrincherado, un Consejo General del Poder Judicial bloqueado, indultos, encarcelamientos, una fiscal desautorizada por el Supremo, dos coroneles de la Guardia Civil destituidos por lealtad, 210 millones deuda pública más cada día y unos socios de gobierno que no aceptan a la OTAN.

Y en lo económico, hay que ser claros en cuanto a que todas las instituciones, nacionales e internacionales, están dejando al descubierto las flaquezas de la economía española por la incapacidad de Sánchez de llevar a cabo las reformas estructurales necesarias para perpetuar su permanencia.

No es un crimen ser un ignorante en ciencia económica, pero sí es totalmente irresponsable tener una opinión errónea, radical y vociferante en temas económicos como la que tiene este presidente de Gobierno doctorado en la ignorancia. ¿Quién estorba?