Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Lo normal

03/05/2021

Si fuese un grupo de Facebook (¿Sigue habiendo de eso?) lo llamaríamos «Señores que se sorprenden de lo normal». ¿Militao? ¿En serio? Estamos hablando de un muchacho que, con sólo 22 años, ya es internacional absoluto con Brasil, un central con unas facultades físicas y técnicas por las que el Real Madrid pagó 50 millones de euros, que es, groso modo, el presupuesto de Osasuna, el rival al que le hizo el primer gol liguero de blanco. Un jugador excepcional, vamos, al que la 'coña' popular había convertido en un despojo precipitado, el 'Waldo Faldo' del que había que reírse, el medio centenar de millones mejor tirados a la basura de la historia del juego, alguien se habrá 'bañado' en la operación, un tronquito injustificable, una pesadilla como se lesionen Ramos o Varane, el quinto central tras ellos dos, Nacho y Lucas Vázquez reconvertido, un despojo, un torpe, un coladero. 

En año y medio, Militao había disputado siete partidos, dato que había ayudado a engordar esa fama de futbolista inútil para la causa. En mes y medio ha jugado nueve encuentros completos y, de repente, ha desaparecido el hazmerreír y ha aparecido el futbolista, o sea, «lo normal». Y esos 'señores' preguntándose «dónde has estado todo este rato»… Resulta que al muchacho lo hemos 'presentado' dos veces: el día que se concretó su llegada a Madrid («Un portento físico, uno de los centrales más prometedores del mundo», se escribió entonces) y en abril-mayo de 2021, después de haber sido un muñeco de trapo en manos de la crueldad de la opinión pública. 

Al fútbol no le vamos a pedir ahora que aprenda a tener paciencia, a no comerse al nuevo que comete un error o al chico que, a pesar de su precio, se pone nervioso y aparenta torpeza. Pero que sigamos haciéndolo, lo de elevar a los altares primero, poner a parir después y volver a elevar después, es pura tontería.