Carmen Hernando

Desde la campiña

Carmen Hernando


Exceso de transparencia

20/05/2022

En general soy una ardiente defensora de la transparencia: si hay algo que no puedes contar, probablemente es porque no deberías haberlo hecho. Pero existen excepciones. Si ser transparente mina el interés general, probablemente la divulgación de esa información tiene que esperar.

Pondré dos ejemplos que estamos viviendo estos días. El primero tiene que ver con la muerte violenta de Esther López. Hemos asistido en directo el drama de su desaparición, y conocido durante semanas los hallazgos policiales, los sospechosos, sus coartadas, sus declaraciones… ¿Es esto indispensable? Reconozco la necesidad de información que todos sentimos, y me incluyo. Comparto las ganas que tenemos de que se encuentre al culpable y que pague por ello. Pero ¿no se está perjudicando la investigación al dar tanta información al culpable? 

El segundo ejemplo que quiero poner sobre la mesa es la guerra de Ucrania. Que sí, que estamos hablando de dinero público. Que con nuestros impuestos estamos pagando armas para que Ucrania pueda defenderse de los rusos, y tenemos derecho a saberlo. Pero hasta ahí, ¿no? ¿De verdad a alguien le hace falta saber al detalle qué tipo de armas exactamente vamos a entregar? Se ha dado a conocer a la opinión pública, por adelantado, el envío de 1.370 lanzagranadas contra carros, 700.000 cartuchos de ametralladoras y ametralladoras ligeras, 200 toneladas de munición… junto con las fechas aproximadas de los envíos. Cada vez que escucho uno de estos anuncios, me pregunto: ¿pero qué necesidad tenemos de dar ventaja al enemigo? No somos los únicos. El resto de países hace lo mismo, pero esto no es ningún consuelo. Para mí, de hecho, es absolutamente inaudito y desafortunado.

En resumen: creo que en esta sociedad sedienta de información, quizás alguien tenga que poner un poco de sentido común en la propagación de datos sensibles en momentos en los que su difusión pueda ser contraproducente para la consecución de los objetivos que se pretenden conseguir. Ya habrá tiempo de contar los detalles más tarde.

Del CNI mejor ni hablamos. Solo falta el día de puertas abiertas.