Carmen Hernando

Desde la campiña

Carmen Hernando


Una prueba para otra prueba

08/10/2021

La mayoría de los humanos tenemos la capacidad de acostumbramos a todo. Esto es positivo porque nos adaptamos a las circunstancias, lo que nos permite, llegados al extremo, sobrevivir. Ahora bien, también es peligroso, porque al conformarnos con lo que tenemos, nuestro espíritu crítico se va desvaneciendo hasta percibir como normales cosas que son kafkianas. En el mejor de los casos se trata de inercias del pasado, cuyo origen ya nadie recuerda, y en otros, simples ocurrencias de alguien que parece que nos está tomando el pelo.

Esto último es lo que pensé el otro día cuando me llamaron del Hospital Universitario de Burgos para requerirme que acudiera a hacerme una prueba para poder realizarme otra prueba. Bueno, para ser honestos, lo primero que pensé es que alguien se estaba vengando de mí por pesada, ya que para obtener cita para la llamémosla ‘prueba principal’ tuve que interponer dos reclamaciones en el Servicio de Atención al Paciente: una por el aplazamiento de dicha cita, y otra por no atender la primera queja en el plazo establecido. Pero esta es otra historia. El caso es que tras esta primera reacción, constaté que mi caso no era aislado, sino que lo de solicitar una PCR para poder acudir a una prueba que requiera quitarse la mascarilla es lo habitual en estos tiempos. 

Puedo entender que en los peores momentos de la pandemia, no solo se valorara la posibilidad de hacer un test para detectar la covid a las personas que iban a soplar en un espirómetro, sino que incluso se pospusieran este tipo de técnicas, lo que por cierto se hizo. Pero ahora… ahora que ya hemos superado los niveles de alerta numéricos en Castilla y León, que los profesionales sanitarios cuentan con todos los sistemas de protección necesarios, que estamos casi todos vacunados, que tenemos una incidencia a 7 días en nuestra región de menos de 20 casos por cada 100.000 habitantes… ¿de verdad hace falta desviar recursos del hospital para esto?

Igual ya es hora de revisar los protocolos anti-covid para adaptarlos a las circunstancias actuales. Y no solo en los hospitales. No soporto más las cintas de obra que impiden sentarse en cualquier sitio.

ARCHIVADO EN: COVID-19, Burgos, Pandemia, HUBU