José Ramón Remacha

El mirador diplomático

José Ramón Remacha


De Suecia y Finlandia

20/05/2022

Turquía se incorporó a la Alianza atlántica en 1952 a la vez que Grecia. No es un país europeo. Pero para lo OTAN sí lo es. Su pertenencia y posición es el mejor exponente de la naturaleza política, no sólo militar, de esta Organización. Turquía es muy importante por su posición geográfica. Tiene la llave del Bósforo y de Dardanelos, del acceso natural de y al Mediterráneo. El tratado de Montreux que está en vigor le permite limitar el paso de buques de guerra por esos estrechos que son la divisoria geográfica entre Europa y Asia. Por eso es clave en estos tiempos para Rusia y Ucrania (además de Rumania, Bulgaria y Georgia) cuya salida al mar es por el Bósforo. Y también para los buques de EEUU que van desde Rota al Mar Negro.

Esta dimensión política es aprovechada por el gobierno de Turquía de manera muy peculiar. Las peticiones de incorporación formuladas por Suecia y Finlandia deben pasar por el fielato turco. Hoy son 30 los miembros que integran la OTAN, y toda ampliación debe hacerse por unanimidad. Consciente de este requisito, Turquía está avisando, un día sí y un día no, que no votará a favor. Así lo ha hecho saber a Rusia, que ha recibido la noticia con agrado. Al mismo tiempo dice a sus socios occidentales que no excluye la posibilidad de votar a favor si se dan ciertas condiciones. Finlandia ha respondido que no está dispuesta a entrar al regateo con Turquía. 

La oscilación de Turquía tiene relación con la actitud de Rusia sobre la entrada de Suecia y Finlandia. En las relaciones turco-rusas hay un interés mutuo basado en el turismo y en el gas rusos. Son herramientas que Putin utiliza como grifo de abrir y cerrar. Tras serias amenazas dice que la ampliación de la OTAN, si se produce, no le preocupa demasiado a menos que esos territorios se conviertan en un arsenal enemigo.

Las incorporaciones de Suecia y Finlandia a la Alianza dependen ahora de Turquía. Es muy probable que las oscilaciones turcas duren tiempo y que aporten un clima de incertidumbre y preocupación en la cumbre de la OTAN, prevista en Madrid para el 29 de Junio.