No fui yo un estudiante que me 'pirara' mucho las clases cuando diariamente acudía al Liceo Castilla, en aquellos años aún entre la calle Concepción y Barrio Gimeno, pero las veces que sucedía eso trataba de explicarlo luego con alguna excusa inventada y siempre terminaba mal la cosa. No obstante, alguna vez se podía justificar y colaba el motivo por el que no habías 'podido' asistir a alguna clase.

No me voy a poner en plan 'abuelo Cebolleta' contándoles las historias de mi infancia y juventud, solo les quiero decir que hay ausencias que se pueden justificar, otras que se llegan a entender y luego las que de verdad son razonables. Sin embargo, hay veces en que nada de lo que digas o hagas puede cambiar las cosas. Y una de estas últimas fue la ausencia ayer del Grupo Mixto al completo en las Cortes de Castilla y León durante la entrega de la Medalla de Oro de la institución a los familiares de los profesionales sanitarios y sociosanitarios fallecidos por la covid.

Le he dado muchas vueltas, pero no se me ocurre nada que pudiera provocar tal desplante a los hermanos, hijos u otros familiares de esas personas que han cuidado de nosotros incluso con riesgo para su vida y que, en demasiadas ocasiones, han resultado contagiados y han muerto. Pablo Fernández y Laura Domínguez (Podemos), Pedro José Pascual (Por Ávila), Fátima Pinacho (Vox) y Luis Mariano Santos (UPL) fueron los ausentes a este acto y quiero citar sus nombres para ver si se les cae la cara de vergüenza o al menos se ponen colorados.

No quiero pensar mal, quizás algunos tenían que trabajar porque no están 'liberados', quizás es que no se cobraba dieta por ese pleno... no me quiero poner en lo peor, pero desde luego no hay justificación posible.