Félix Escribano

Luces Largas

Félix Escribano


¿Ciudad alicatada?

31/10/2022

El reto climático es de escala global, pero cada uno de nosotros tenemos nuestro reto particular para consumir en nuestros hogares menos energía que no sea renovable. La manera más directa de conseguirlo es aislando mejor nuestros edificios, y ahora con los fondos Next Generation hay subvenciones millonarias para proyectos de rehabilitación energética. Así que les animo a aprovechar la coyuntura en su comunidad de propietarios y aprovechar las subvenciones, pero por favor… ¡vamos a hacerlo bien!

Habitualmente la solución más sencilla y más eficiente pasa por forrar los edificios con una 'fachada ventilada' o con un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior, los ya famosos 'SATEs'. Esto supone esconder nuestros edificios detrás de una nueva piel, que puede mejorar la imagen del inmueble y rejuvenecerlo dándole una segunda vida. Pero ojo, si este proceso se produce de un modo generalizado y descontrolado se puede llegar a desvirtuar la imagen completa de la ciudad, banalizando la arquitectura 'de a pie' que genera la imagen reconocible de nuestros barrios. 

En otras ciudades de nuestro entorno ya se ha dado la voz de alarma, y en Burgos el proceso está solo empezando. Es cierto que hay barrios como Gamonal que se construyeron demasiado deprisa, con resultados pobres tanto en lo estético como en lo constructivo, por lo que son los más necesitados de nuevos aislamientos, sin que se produzca una gran pérdida cultural. El caso más claro es el bulevar, donde las fachadas traseras de las viviendas que miraban a las vías del tren ahora piden a gritos una imagen renovada ante el nuevo eje urbano de la ciudad.

Los resultados, sin embargo, son muy dispares. Algunas intervenciones que ya podemos ver son sensatas y correctas, pero hay otras completamente banales y estúpidas, basadas en jueguecitos de colores o composiciones aleatorias que no tienen nada que ver con el edificio al que esconden y que pueden destrozar de un golpe visual la percepción unitaria de toda una calle. Una total falta de criterio y de respeto al edificio, más propia del revestimiento de una cocina que de la escena urbana de la ciudad. Vamos, que en pocos años podemos llenar nuestros barrios de edificios 'alicatados hasta el techo'… 

Por eso me parece importante que el Ayuntamiento exija para estas actuaciones proyectos serios elaborados por técnicos competentes, o sea, por arquitectos (aquí lo siento pero me pongo en modo corporativo, porque es lo legalmente exigible), que valoren las reglas compositivas del edificio en su contexto, para mejorarlo de verdad, sin dejar el resultado al albur de la mera aplicación de un sistema constructivo por la empresa contratista… o por el presidente de turno de la comunidad de propietarios, vaya usted a saber. Y habrá que valorar primero si el edificio tiene una calidad que le hace merecedor de preservar su materialidad original, sin esconderlo detrás de paneles de colores, o si es más apropiado emplear otros sistemas de mejora de aislamiento por el interior, que también existen aunque sean más engorrosos.