Sigma Dos dice que la próxima alcaldesa de Burgos será la excelentísima señora Ayala, doña Cristina, con el apoyo de VOX. Celeste-Tel, augura que nos gobernará el señor de la Rosa, don Daniel, con el apoyo de PODEMOS. La primera encuesta habla de empate técnico entre socialistas y populares. La segunda, casi, también. Ninguna de las dos, aún, recoge el llamado Efecto Carolina. Lástima. La noticia política más sicalíptica de toda la precampaña burgalesa.
La señora Blasco, doña Carolina, por fin, se lo baila sola. Será la lideresa de un nuevo partido, Decide Burgos. El anuncio es especialmente trascendente. La alcaldía de Burgos, con la presencia en las urnas de esta nueva tentación, dependerá, ahí es nada, de la mayor, o menor suerte de la señora Blasco.
Carolina versus Cristina. La competición por el cariño ha empezado. Se promete sugerente. No exenta de seducción. Con cierto aroma a la Lola Flores que pedía una peseta por barba española para solucionar sus deudas con Hacienda. Al yo soy la otra, que cantaba la Jurado.
Si la señora Blasco, doña Carolina, tiene mala suerte, y no la vota ni la familia, se quedará en casa. Por supuesto que despechada. Si sólo tiene suerte, nunca anduvo escasa de swing, y consigue que baile con ella el cinco por ciento menos uno de los danzantes actuales de la comandante del equipo A, el llamado Carolina se convertirá en el efecto mariposa. PODEMOS tendrá un concejal más, a costa del partido popular y la ley d´Hont. El señor de la Rosa, don Daniel, mantendrá su concejalía consorte de Festejos. Y el señor Martínez-Acitores, don Fernando, su adicción a la abstención.
Pero si la señora Blasco, Doña Carolina, peta su suerte, y embruja a más del cinco por ciento de los noventa mil que votaremos, será concejala. Su voto podría ser determinante para elegir nuevo alcalde o alcaldesa y hasta podría intentar un nuevo Bañerazo. O yo o Cristina, tú eliges querido Daniel. O yo o Daniel, tú eliges querida Cristina.
Mayo de dos mil veintitrés. Municipales en Burgos. Si la señora Blasco, doña Carolina, alcanza el cinco por ciento de los votos, la señora Ayala, doña Cristina, no será alcaldesa. Y viceversa. ¿La guapa la desea…? Maldita demoscopia. A este paso, la fea, va a ser Don Daniel…