María Vélez

Plaza Mayor

María Vélez


De serie

09/12/2020

Al 2020 le quedan veintidós días. Faltan tres semanas para dar el portazo a un año que comenzó como cualquier otro, mucho mejor de lo que, en un contexto global y siendo realistas, va a arrancar 2021, el año, por otro lado, de las grandes esperanzas colectivas para frenar la pandemia que todo lo para. Pensar en una, y además inmediata, sonaba hace un año surrealista, propio de una ficción, de esa escena oscura en el imaginario que ya es cotidiana desde hace nueve meses. 
El año del incremento en el consumo de series, con las operadoras de streaming a demanda creciendo como modelo de negocio, será protagonista de producciones audiovisuales con la crisis del coronavirus en el centro de la trama o como subtrama, también de historias felices. El circuito de plataformas de vídeo ya cuelga en su catálogo guiones con alusiones a la pandemia. Algunas productoras prefieren obviarlo -no resulta especialmente persuasivo-, otras lo estiman clave reescribiendo argumentos o simplemente creando un documental o una serie. 
¿Imaginan una centrada en las estrategias de comunicación del Gobierno? Lo mismo hay un capítulo sobre los allegados, la Navidad y el cambio de criterio a horas de Nochebuena. ¿Quizá otra inspirada en la logística y el día a día de un hospital? A lo mejor preferirían el relato del confinamiento desde la mirada de un niño, la del autónomo, la de quien convive con el maltrato o la de un abuelo valiente y conforme pese a todo.
En todas cabría el fotograma de las calles dormidas, los estadios vacíos, las persianas bajadas,  los teatros con luces a medio gas y las despedidas en soledad. También, los nacimientos, las enfermedades superadas, graduaciones, reencuentros, logros y comienzos. Porque la vida continúa su serie y su imparable devenir. Con Navidad entre cuñados o sin ellos. Así que sigan firmando la suya.