Ya sabemos que últimamente todos los partidos ondean la bandera de la despoblación... Eso sí, sólo en época de campaña electoral. Porque después se olvidan de los pueblos con una velocidad pasmosa. Sobran ejemplos. Lo sabemos bien en Burgos. Vienen a hacerse unas cuantas fotos y, luego, si te he visto no me acuerdo. Mientras tanto hay que aguantar que, mientras se hacen un selfi al lado de unas vacas o se suben por primera vez a un tractor con mocasines, repitan como loros su supuesto compromiso con los pueblos, lo cerca que están de sus alcaldes o su apuesta por los servicios de calidad para así fijar población. Palabras manidas, vacías por completo, que ya muy pocos o nadie se creen y que, lamentablemente, volveremos a escuchar de cara a las elecciones municipales de mayo del año que viene. ¡Qué pereza! 

Ahora bien, si tal es el compromiso del actual Gobierno autonómico con el medio rural, ¿cómo es posible que en el colegio de Sotillo de la Ribera no dispongan del servicio de comedor ni de transporte escolar?Las familias lo han reclamado en diversas ocasiones. La respuesta (al menos hasta ahora) ha sido un 'no'. Entonces, ¿dónde queda la apuesta por los servicios de calidad en el medio rural burgalés? Como siempre, en un papel que todo lo aguanta. ¿Por qué un niño que vive en un pueblo (el que sea) no puede quedarse en el comedor y el de una ciudad sí? ¿Esto no es discriminación?

Otro caso. Esta vez sobre sanidad. Dicen algunos dirigentes que no hay ningún consultorio cerrado. ¿En serio? No hace falta que nadie les diga dónde pueden encontrar unos cuantos que llevan años (sí, años), sin recibir la visita de un médico. Lo saben de sobra. Mientras sus habitantes se sienten abandonados, ellos siguen cacareando las mismas bolas. ¿Hasta cuándo?