Carlos Briones Llorente

Entre ciencias y letras

Carlos Briones Llorente


Hasta la luna y más allá

12/02/2023

Hace cuatro semanas comenzamos a repasar lo que el año 2023 nos trae en el campo de la exploración espacial. Hablábamos de órbitas, satélites artificiales y estaciones espaciales. Hoy vamos a seguir mirando al cielo y nuestra primera escala es el astro que más ha influido en la literatura y el arte: la Luna. Decía Julio Verne, uno de los padres de la ciencia ficción: todo lo que una persona pueda imaginar, otras podrán hacerlo realidad. Así ha ocurrido siempre. Él mismo imaginó en 1865 un viaje tripulado a nuestro satélite y la NASA lo hizo realidad 104 años después.  

Durante 2023 seguiremos teniendo a Selene en nuestro punto de mira, porque está en pleno desarrollo el programa norteamericano Artemis. Tras el éxito obtenido el año pasado por la misión no tripulada Artemis I, que realizó sin contratiempos un viaje de ida y vuelta a la Luna, se está trabajando intensamente en la Artemis II para que en 2024 permita a un grupo de astronautas orbitarla y regresar a la Tierra. Y el colofón se producirá un año después, cuando volvamos a pisar su superficie con la Artemis III.

Afortunadamente, nuestra sociedad ha avanzado mucho desde los Apolo 11 al 17: las nuevas tripulaciones estarán formadas por hombres y por mujeres, con lo que a partir de 2025 tanto ellos como ellas dejarán sus huellas sobre el polvoriento suelo de la Luna. El nombre del programa ya lo refleja, recordemos que en la mitología griega Artemisa era la hermana de Apolo.

Precisamente ayer, 11 de febrero, celebramos en todo el mundo el 'Día de la mujer y la niña en la ciencia' para reivindicar el papel de las científicas a lo largo de la historia y animar a las estudiantes a cursar carreras STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Como todos los años, tres de las investigadoras y tecnólogas más recordadas han sido Dorothy Vaughan, Mary Jackson y Katherine G. Johnson, a quienes muchos conocieron por un libro y película de 2016 traducidos como Figuras ocultas. Nadie duda que ellas -y otras muchas 'calculistas'- resultaron fundamentales en los avances de la computación que permitirían los éxitos de la carrera espacial norteamericana… incluyendo la llegada de doce de ellos a la Luna entre 1969 y 1972.

En paralelo al programa Artemis, durante 2023 van a alunizar varias sondas automáticas de distintas agencias espaciales, trabajando para proyectos públicos o privados. Entre ellas están las norteamericanas CLPS 1 y 2, las japonesas SLIM y HAKUTO-R, la india Chandrayaan 3 y la rusa Luna 25.

Y no nos olvidamos de Marte, el planeta más estudiado por la geología y la astrobiología. Este año no habrá despegues hacia el planeta rojo, pero miles de científicos e ingenieros siguen trabajando en los orbitadores de distintos países que operan allí, la Agencia Espacial China (CNSA) intenta reactivar su rover Zhurong, y la NASA continúa las exitosas operaciones de los dos suyos en funcionamiento: Curiosity y Perseverance. Este último es la primera parte de una tríada de misiones que en 2031 permitirán traer a la Tierra muestras de Marte. Las palabras de Verne siguen resonando en nuestras cabezas.

Para terminar este rápido repaso a lo que nos depara el 2023, en abril se lanzará la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) más ambiciosa de los últimos años. Llamada JUpiter ICy moons Explorer (JUICE), tiene como objetivo explorar tres de los cuatro satélites de Júpiter descubiertos por Galileo en 1610, que hoy llamamos 'mundos oceánicos' porque contienen grandes masas de agua líquida bajo sus cortezas heladas. A partir de 2031 realizará sobrevuelos de Europa y Calisto, y en 2034 se convertirá en el primer satélite artificial de Ganimedes, la luna joviana que va a estudiar con más detalle. 

La pregunta que subyace a esta misión de la ESA (y a otras futuras de la NASA) es fascinante: ¿podría estar desarrollándose alguna forma de vida, similar a la terrestre o tal vez muy diferente, en las oscuras aguas de aquellos lejanos mundos? Quizá no estemos solos en el Cosmos, y este es un buen año para empezar a pensar sobre ello.