Miguel Calvo

El retrovisor

Miguel Calvo


Tres años después

09/03/2023

Tal día como hoy de hace tres años Burgos declaró 19 casos de personas contagiadas por covid-19. Semanas después la pandemia ya había acabado con la vida de cincuenta personas y se acercaban a los tres centenares los ingresados en hospitales. No olvidaré nunca cuando a finales de ese fatídico marzo de 2020, con lágrimas en mis ojos y en los de mi compañera Flor al otro lado del locutorio, me tocó dar cuenta de un bando municipal en el que, siguiendo instrucciones ministeriales, se anunciaba la prohibición de los velatorios en todo tipo de instalaciones públicas y privadas así como en los domicilios particulares, limitando el número de asistentes a enterramientos o cremaciones de personas fallecidas a un máximo de 3 familiares o personas allegadas… 

Los últimos datos sitúan a Burgos en cerca de los dos mil fallecidos por covid en hospitales, residencias de mayores, centros de personas con discapacidad y viviendas tuteladas, con más de 128.000 contagios confirmados.

Tres años después, aunque seguimos en situación de riesgo controlado, gracias especialmente a las vacunas conseguidas en tiempo récord hemos podido volver a la vida prepandemia, recordando a los que perdieron la vida y a los que siguen con secuelas. Hemos podido olvidarnos -casi- de las mascarillas, de tener que batallar para conseguir una cita previa en centros oficiales, de las consultas telefónicas con el médico, de los obligados encierros domiciliarios, de tener que distinguir entre convivientes y allegados, de cumplir con los toques de queda, de los cribados masivos y de guardar cola para vacunarse, de mantener distancias de seguridad con nuestros vecinos, y de los cierres de colegios, comercios, bares o gimnasios. 

Mil días después también podemos ver lo poco que hemos aprendido. Aparte de las vacunas y de las mejoras en los sistemas de vigilancia de los virus respiratorios, así como de la aplicación generalizada de los ERTE, no hemos tomado nota de otras muchas cosas necesarias. Como el que no se haya reforzado la atención primaria y presencial, de reducir las crecientes listas de espera para operaciones y consultas de especialistas o del olvido de la salud mental. De parar la bronca política en pandemia. Ni de agilizar trámites para hacer llegar las ayudas económicas 'urgentes' a los colectivos más perjudicados. También es cierto que tres años después nos lavamos más las manos, nos besamos menos y tenemos ya muy fácil hacernos con una mascarilla.