Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


Privilegio

09/03/2023

Cuando llegaron en tropel a la agencia de empleo no querían creerlo. Aquella masa de barbudos decía sentirse mujer y eso bastaba para adelantarse a otros, junto a los discapacitados o las víctimas de la violencia de género: eran transgénero. Por ley solo bastaba declararse con buena voluntad como miembros del colectivo LGTBI, pues no hacía falta ya una resolución judicial. Como esto se extendió a otros campos, en poco tiempo la mayor parte de la población se hizo trans para beneficiarse de los privilegios en uno u otro lugar, exigiendo luego cuotas, paridad... Nada de igualdad, si antes los portadores de pelucas y títulos nobiliarios tenían preferencias legales, ahora serían más que ellas, elles... Los derechos femeninos arrinconados quedaron... El caos en duchas públicas, en retretes y en la vida cotidiana comenzó a ser habitual cuando algunos abusones se introducían diciendo sentirse mujeres o al contrario, ¿al contrarie?
Pasadas las reivindicaciones del día de la mujer, más divididas que nunca por un conglomerado contradictorio y estúpido de leyes, conviene plantearse a dónde nos llevan. Lo han manifestado muy claramente en la agenda queer: quieren poner fin al binarismo, es decir, a las parejas de siempre, quienes durante milenios se consideraron normales. Pretenden destruir la familia y anular los vínculos naturales, como vemos en vídeos muy divulgados por Internet de jóvenes que separan a gallos de gallinas para que estas no sean violadas por aquellos «monstruos», tal es su repugnante tendencia machista. Además de la prisión de los gallitos, en EEUU se plantean no determinar el género de los huesos hallados de los hombres de las cavernas, de manera que no se sabría si son masculinos o femeninos porque no sabemos cómo se sentían... Exigen que los investigadores no indiquen el sexo biológico de los cráneos estudiados por la antropología -censura de la fanática neosecta pansexualizante- pues lo importante es lo subjetivo. Pero los abusos a mujeres, la discriminación de sueldos, etc., no son meramente subjetivos.
Mientras, la advertencia de China, alineada con Rusia, de una posible guerra con EEUU por Taiwán casi parece inadvertida, con un horizonte cada vez más cercano a una nueva y suicida guerra mundial, mientras muchos países se rearman gastando sus recursos en lo que destruye; la sanidad se va abandonando, la educación diluida, las multinacionales prosperan mientras las pequeñas empresas desaparecen... ¿Y la izquierda? Ya no roja, rosita, pensando en musarañas.
Que muchas ciudades europeas desaparezcan por las bombas atómicas es algo banal, lo importante es que quiero hacerme mujer, porque me apetece, lo siento así, me lo imagino. Así tendré privilegios de paridad, privilegios para subir en el escalafón por trans y, además, podré seguir teniendo relaciones eróticas con las damas, ya que puedo ser lesbiana, todo ello sin dar cuenta a médicos, psicólogos, o jueces. Sea mi imaginación lo que cuente.