Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Como un coche sin ruedas

03/04/2021

He recordado estos días una anécdota que me contaban cuando empecé a ejercer como letrada; parece ser que en una ocasión, en la que se solicitó al Ministerio de Justicia que enviaran más máquinas de escribir, lo que se encontraron al abrir las cajas remitidas, fueron unos simples bolígrafos Bic. Nunca he sabido si esta historia es verdad, pero después de veintitantos años, ya me lo creo casi todo en relación a los medios y recursos con los que hay que trabajar en este sector.
A estas alturas, todavía no sé decir si con el nuevo sistema de lexnet vamos a mejor o no. Pero lo que tengo claro, es que han empeorado, y mucho, las relaciones humanas y la conexión entre las personas, características que en algunas ramas de la Justicia, siempre han sido fundamentales. Vivir y estar en la realidad social y económica, es vital para que la justicia llegue y tenga resultados positivos en la sociedad.
Ya lo último, ha sido esa falsa alegría de crear un juzgado más de familia en nuestra Ciudad, materia de una importancia social prioritaria, y donde la diligencia, rapidez y eficacia de todos, evita y limita en gran medida el sufrimiento de los intervinientes. Estábamos todos que no cabíamos en nosotros mismos, cuando nos hemos dado cuenta, que se ha creado el juzgado, pero no se le ha dotado de los servicios necesarios para su funcionamiento. Deben andar en otras cosas, y en el Ministerio se han olvidado de asignar un equipo sicosocial propio para el nuevo juzgado, que es tanto como decir, que nos han dado un coche, pero sin las ruedas. Estos profesionales del equipo, son quienes analizan situaciones tan sensibles como guardas y custodias, régimen de visitas… y son muchas veces, la pieza clave para acordar finalmente las decisiones adecuadas en cada proceso.
Tal vez, en vez de dedicar tantos fondos a otras materias que están más de moda, se debieran priorizar actuaciones que afectan directa o indirectamente a millones de personas, y que por ello precisan de una atención inmediata y especializada. De otro modo, habrá que plantearse crear ministerios sin dotación presupuestaria, y ver cómo funcionan. Si el juzgado puede, ellos también.