Juan Francisco Lorenzo

Pensar con los ojos

Juan Francisco Lorenzo


Nuestros mayores

18/01/2021

Las respuestas acerca de qué hemos aprendido en esta pandemia son diversas, depende si esa pregunta se le hace a un médico, un filósofo, a un político o a un ciudadano. Mucho podíamos aprender, aunque como especie no somos muy fiables, pero yo diría que si ha habido algo evidente es que en nuestro país las personas más vulnerables, los mayores, son los que están peor cuidados. 
La Geriatría como especialidad médica no se ha desarrollado en los hospitales como otras especialidades, hay muy escasos servicios de geriatría hospitalarios y los geriatras que se forman por el sistema MIR se convierten en médicos de apoyo a otras especialidades. 
Sabíamos, no lo hemos aprendido ahora, que los mayores no han sido objeto de una exquisita atención sociosanitaria, pero si han sido objeto prioritario de negocio, hace tiempo que son un valor al alza en el mercado de la salud, por eso muchas de las residencias en que viven están en manos de potentes organizaciones empresariales que obtienen una importante rentabilidad con este servicio. Pero para obtener esa rentabilidad recortan gastos, preferentemente en personal como en todos los negocios, y además ofrecen bajos sueldos, la situación económica se lo permite porque entre no trabajar o hacerlo con las imposiciones del mercado, muchos se ven obligados a plegarse al mercado.
Y los mayores, cuando ingresan en esos centros se valen por sí mismos, pero como la vida es como es puede que en poco tiempo un problema de salud les convierta en dependientes y, en esas circunstancias en esos centros escasos de personal, su atención se ve ineludiblemente deteriorada.
Sabíamos todo esto y la pandemia lo ha evidenciado, por eso creo que la sociedad está en deuda con los mayores y, si hemos aprendido, deberíamos hacer algo. 
Y qué hacer. Pues poner a la geriatría en el sitio que se merece en los hospitales, revisar las condiciones de vida en residencias y la situación de sus trabajadores, abrir camas de cuidados intermedios, optimizar los cuidados paliativos y seguro que algunas acciones más. Las sociedades más avanzadas son aquellas que mejor cuidan a los más frágiles. 
Si hemos aprendido algo ahí tenemos que mirar. Es de justicia, se lo debemos.