Belén Delgado

Plaza Mayor

Belén Delgado


Sobredosis

12/04/2021

Antes de aplicar la nueva Ley de Cambio Climático quizás tendríamos que aprender a no calentarnos tanto la cabeza en el vivir diario. Esa nueva normativa, recién salida del horno del Congreso, establece que toda la energía que gastamos en España deberá proceder de fuentes renovables en 2050. En esa misma fecha no podrán circular coches que emitan gases contaminantes.
Todo eso está muy bien. Está demostrado que todo el humo que tragamos en nuestras calles es muy malo para la oxigenación de nuestro cuerpo. Y de nuestro cerebro. La energía neutra, la suma cero entre oferta y demanda, deberá estar garantizada en menos de 30 años. Pero primero habrá que dejar de malgastar nuestra propia energía. Esa que factura una central inocua (para el medioambiente) llamada corazón. Y de la que nuestro cerebro demanda hasta un 30%. Por eso nuestra cabeza es la central térmica de nuestra vida.
Las térmicas de León y Palencia era básicas para alimentar nuestros contadores (y las cuentas de las eléctricas), pero cerraron hace un par de años porque era más lesiva su basura que inevitable su dependencia. Aunque ya veremos si estas tres décadas de plazo no se ven superadas por las urgencias de la realidad. En todo caso, la posibilidad de que alguien esté acumulando graves daños por respirar todos los días las calles de nuestras ciudades a pie es muy superior al riesgo de que le toque la ‘morgueloto’ de sufrir un trombo tras ser vacunado con la patente de AstraZeneca. Esa lotería le está cayendo, de momento, a 1 de cada 400.000 inyectados. Si tenemos en cuenta que uno de cada mil pacientes en los hospitales sufrirá un trombo (esto es estadística no una especulación), y lo cotejamos con la negra lista que suma un año de coronavirus, parece claro que la peor vacuna no es la que tiene contraindicaciones, sino aquella que no se aplica.
La ley de Cambio Climático aún tiene que vencer a los negacionistas, inmunes a la ingente cantidad de estudios que demuestran lo que está en juego. Se llama supervivencia planetaria. La increíble rapidez en lograr vacunas contra la covid también tendrá que vencer tanta psicosis que está engordando otro negacionismo. El de muchos que tienen un armario lleno de medicinas de las que nunca leen un prospecto y ahora ya no tienen urgencia por inmunizarse. Las sobredosis de barbitúricos son malas. Las de información, puede que también.