Abran el Word. No importa la versión. Escriban una palabra. Blanco. Por ejemplo. Márquenla a continuación. Ya saben. Doble clic con el botón izquierdo. Una vez seleccionada pulsen dos teclas a la vez. Mayúsculas más F7. Aparecerá una ventana a la izquierda. Sinónimos. Blanco tiene cinco categorías al respecto. Albo. Caucásico. Hueco. Hito. Y cada una de ellas, una retahíla de vocablos en teoría equivalentes. Tampoco se hagan muchas ilusiones. Blanco se identifica con ario en el apartado de caucásico. El quinto nivel es una paradoja. Mi favorito. Word también considera a los antónimos como una propiedad de sus contrarios. Y viceversa. Por supuesto. Supongo que por eso resulta especialmente útil. Adorno. Aderezo. Me refiero a si se busca un calificativo para definir las luces de Navidad que entristecen, este año más, el toque de queda de la pandemia en Burgos. Los antónimos que ofrece Word resultan inequívocos. Desaliño y despojo. También desnudez. Cómo no citar al negro cuando se quiere explicar al blanco. Cómo prescindir de las tripas y la asadura de nuestras bombillas tibias, para describir los destellos de vida y esperanza de las de Milán o Londres. Diríase que el señor de la Rosa, don Daniel, se ha empeñado en ser el antónimo de uno de sus compañeros de partido. Su colega de poltrona en Vigo. La urbe del resplandor nocturno de la fiesta del invierno. O que nuestro munícipe odia a Santa Claus. Directamente. Como el duende Grinch. Aunque parece poco probable. Me refiero a esto último. Socialista. Alcalde con los votos de Vox. Y, vice gobernando con los zapatos mandarinas del señor Marañón, don Vicente, a la par que el señor Sánchez, don Pedro, hace lo propio en Madrid con las botas de asalto del Otegui sin señor y el Arnaldo sin don. Qué más milagro necesita de la Rosa para creer en la Navidad. Puede que solo uno. La lectura. Adolf Loos escribió sobre el adorno. Hace noventa años. No era politólogo. Sólo arquitecto. Y no necesitó el Word para su ensayo. Le bastó con crear un sinónimo. Claro que en defensa propia. Ornamento y delito. Buen titular para nuestros candiles navideños. Aunque yo prefiero no llamar vino a lo que es pan. Poco y malo, se dice en Castilla. Como mierda de oveja…