Samuel Gil Quintana

Libre de marca

Samuel Gil Quintana


Claudio y el gol

11/02/2021

El burgalesismo es, como dice David Send, un remate al corazón. Sin embargo, esa no es la frase más bonita de ‘Al compás de un sueño’, el último tema del compositor burgalés dedicado al sentimiento blanquinegro. La canción logra transmitir desde lo sencillo. Por eso, un verso tan aparentemente simple como El Plantío espera puede llegar a significar tanto.

Esas tres palabras encierran algo que todos hemos sentido alguna vez. Al apurar una comida familiar un domingo por la tarde, al encarar la calle Dos de Mayo o al pasar, simplemente, un día cualquiera, cerca del estadio. El Plantío siempre está, pase lo que pase, esperando a que volvamos a visitarlo.

Este año El Plantío ha esperado 604 minutos a un delantero leonés, larguirucho y cargado de talento, que no estaba teniendo suerte. Hasta ayer, durante cinco largos meses, el completísimo Claudio Medina se había deslizado por el ataque del Burgos como una suerte de Picasso sin alcayata, al que de nada servían su implicación en el desarrollo del juego, su plasticidad en los controles, su aprovechamiento de los espacios o su capacidad de asociación. El cuadro, bonito porque de brocha gorda el ex del Elche tiene poco, había que rematarlo y terminar de colgarlo con un gol.

Ahora que algunos han descubierto que Claudio Medina también sabe marcar goles, y eso que YouTube y sus 12 dianas, por ejemplo, en el Mirandés, estaban bien a mano, quizá empiecen a valorar el resto de sus virtudes. Sería lo más justo ya que, cuando no marcaba, solo hablaban de su falta de gol. 

El Burgos, gracias al caramelo de Lobato enjaulado por Medina, es más líder con el golaveraje. En el mundo de los sueños, donde la pandemia remite y se acaba el virus, El Plantío espera a un equipo campeón.