Leticia Ortiz

Plaza Mayor

Leticia Ortiz


La ilusión llega de Huerta

03/09/2021

Me abroncaba el otro día un buen amigo, y mejor juntaletras de toros que yo, por mi tendencia a ilusionarme -y mucho- a las primeras de cambio. Con los hombres (literalmente me dijo «con los golfos»), con los amigos, con los proyectos profesionales, con los toreros, con las ganaderías, con los planes vacacionales, con el fútbol... Bueno, con el Barça de este año no, porque es imposible ilusionarse con esa plantilla y ese entrenador. De hecho, si lo hiciera sería ya un caso total y absolutamente perdido, porque el de la bronca me decía que yo aún tenía solución, que seguro que se me pasa con los años, «cuando deje de tener edad para tonterías». No me especificó cuando será eso. 

Todo vino porque hace unos días estuve en los toros en Cantalejo para ver en directo al, de momento, último de una saga tan arraigada y querida en esta tierra como los Jarocho. Se llama Roberto Martín, como su padre, y aún anda de novillero sin caballos. ¡Pero cómo anda! Si es que es imposible no ilusionarse. Y más en una tierra como esta, tan escasa de toreros, con apenas media docena de alternativas en la Historia taurina burgalesa... Pero hablar de alternativas es fiar el futuro a muy largo plazo. Ojalá sea, claro, pero de momento hay que disfrutar de un chaval que está causando sensación allá donde está toreando. Tiene cualidades, hambre, inteligencia, ambición y un carisma que ni se compra ni se aprende. Le adornan, creo, 15 o 16 años, pero delante de la cara del novillo parecen muchos más, pero, por suerte, sin perder la frescura y la inocencia del escalafón en el que está. La cita más cercana en distancia para que lo comprueben en directo será el lunes 13 de septiembre en Aranda de Duero. No se lo pierdan.

Me alegro, además, por la gente de Huerta del Rey, que tan bien hace las cosas en materia taurina con un certamen de chavales que es espejo desde hace años. Pueden y deben ilusionarse con su torero. Y con ellos, toda la afición burgalesa que, a veces, no ha sido del todo justa con los de luces que llevaron el nombre de Burgos por el planeta de los toros.