Ni siquiera en la Biblia nos pidieron un ejercicio tan ‘loco’ de fe. Son libros, evangelios apócrifos o simples capítulos con un par de versículos mal tirados, en los que nos dicen que todo lo deshecho hasta la fecha se soluciona con un grito en voz alta. Entiendo que haya creyentes. El ser humano es capaz de creer en la más absurda de la historias si resulta que justifican lo que él quería justificar. Es decir, capricornio se alinea con tauro y de repente los Piscis están jodidos. Y como Karius es piscis, Bale (sagitario) le hace un gol de chilena y el Madrid, sin merecerlo, gana su tercera Copa de Europa consecutiva. ¿Nos lo creemos? Luego te lo cuento… 
Es el mejor consejo posible es: allá tú con tus creencias, pero que sean sólidas para no quedar como un absoluto cretino. O sea, cree en lo que te apetezca, pero cuando salgas ahí afuera a debatir, ten argumentos para justificar tu fe. 
O sea, pongamos a Xavi en lugar de Koeman. ¿Nos lo creemos? ¿Nuestro hombre en Qatar es el hacedor del gran relevo post-Messi? Pues igual suena conservador, pero todavía no. Ni por asomo. Aunque Koeman no sea el típico profesor que peina cejas pobladas y canosas porque tiene el culo pelado y se ha cogido mil borracheras post-partido con una petaca... Empiezo de nuevo: aunque Koeman no esté en la casilla de salida, Xavi no soluciona nada desde la entrada. 
Postdata: Karius y Bale son Cáncer. Y no es broma, aunque lo parezca (22 de junio y 16 de julio). Uno mete la chilena de su vida y otro se consagra como el mayor desastre. El mismo día. Crean en lo que quieran, pero, por favor, no empujen: Xavi será cuando le toque ser.