Fernán Labajo

Plaza Mayor

Fernán Labajo


Feliz año

20/01/2022

Cuando pase la pandemia y se definan los comportamientos sociales una vez que las mascarillas no sean necesarias, y podamos reunirnos con amigos y familiares sin miedo a que la resaca sea una infección pulmonar, debería ponerse sobre el tapete un debate que considero fundamental para avanzar como seres humanos civilizados: hay que definir de una vez hasta qué día se puede seguir felicitando el año nuevo. Establecer una fecha concreta, un momento en el que deje de estar bien visto saludar con la coletilla 'Feliz Año' a aquellas personas que no vemos más allá del 31 de diciembre. 

Porque estamos a día 20 de enero y sigo felicitando el año nuevo al personal casi como una obligación moral. Intuyo que esa escalada de confusión se alargará hasta bien entrado febrero. No me escondo, no es una situación provocada por el aumento de contagios, que impide que podamos coincidir con gente que ha estado confinada. Esto venía de lejos y sé que no soy el único. Caretas fuera, querido lector. Sé que usted tiene el mismo dilema. Felicitar el año o no felicitarlo, esa es la cuestión. 

En el calendario hay franjas para poder felicitar la Navidad, la Semana Santa y hasta las fiestas patronales. En algún momento habrá que fijar una fecha límite para poder hacerlo con el año nuevo. Que a partir de ahí esté mal visto recurrir al tópico para iniciar una conversación. Que el ciudadano tenga la potestad de afear esas conductas tan impertinentes: «a buenas horas, ya no es el momento». 

El debate social debería estar acompañado de medidas correctivas de esa manía de escribir mal el año durante semanas o meses. Es indignante que en la era digital puedas encender la calefacción de tu casa desde el trabajo y que el ordenador no te corrija automáticamente cuando te equivocas de fecha. Por cierto, se me ha olvidado: Feliz año.