Mi abuelo lo llamaba estar todo el rato «dando vueltas a la chocolatera». No dejar de pensar puede tener sus cosas buenas y también malas, como revisar cualquier palabra que hayas dicho que se haya podido malinterpretar, esa mala contestación a la que pudiste responder de otra manera o ese error que no sabes por qué cometiste. Por muy tonto y por menos consecuencias que pueda tener, ahí está, erosionando tus neuronas, no dejándote disfrutar de ese vino, impidiéndote coger el sueño por la noche, ensombreciendo algún buen recuerdo. Todos la cagamos alguna vez. Algunos, muchas veces. Pero supongo que habrá quien sea capaz de pasar página enseguida y no volver a analizar el asunto. Me pregunto si la candidata Ayala será de esas personas o de las mías, de las que no paran de rebobinar hasta el momento ese en que se confundieron de botón y votaron lo que no era. En realidad no importa. Porque la moción que la aspirante a alcaldesa defendió en el Senado para luego votar en contra ya iba a ser rechazada, tampoco es que se equivocara entre cortar el cable rojo y el verde y fuéramos a saltar todos por los aires. 

Las meteduras de pata sin consecuencias graves no dejan de ser una anécdota, a veces más y otras menos jugosas. Pero no deberían despistar de lo que importa en quienes quieren ostentar el cargo de mayor representación de una ciudad. Los programas, claro; los equipos, por supuesto. Pero qué esclarecedoras y vitales son las respuestas. O la falta de ellas. Cuando los periodistas preguntan hasta la extenuación si la candidata dejará de ser senadora tanto si gana como si pierde las elecciones y ella contesta que no contempla la posibilidad de perder, no está respondiendo pero sí lo está haciendo: deja a la interpretación de cada uno que quizá considere que el trabajo de oposición en el Ayuntamiento no merece su entera dedicación. En un escenario tan inédito en Burgos como el que protagoniza la derecha en esta campaña, dejar preguntas en el aire para que se contesten solas tienen su peligro, sobre todo cuando los electores de tu espectro político van a encontrar más opciones entre las papeletas.