Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


Indulto

10/06/2021

Lo que perciben los militantes del PSOE es un partido que se ha saltado todas las líneas rojas impuestas por los principios democráticos más elementales; y descubren con estupor que sus socios preferentes independentistas le otorgan el poder con la única intención de mantenerse en la Moncloa. Pero soy consciente que es un partido con grandes militantes y personas que desean seguir siendo ese partido socialdemócrata, comprometido con la libertad y la igualdad. Y es por eso por lo que me gustaría de nuevo ver aquel partido que contribuyo a construir la democracia, que fue parte de la transición democrática del 78 que asumió la monarquía parlamentaria y la Constitución y que encontró, a través de los años la asimetría de derechos entre los ciudadanos.
Se ha perdido el rumbo y no lo digo yo, lo dice el presidente de Castilla la Mancha, el socialista García Page, hombre de principios donde dice: que indultar a los presos de Cataluña sin que se den las condiciones expuestas por el Tribunal Supremo sería uno de los «graves errores de la democracia». 
Es difícil creer que en esta deriva no haya media docena de ministros de este Gobierno que tengan serias dificultades para conciliar el sueño. Hay unos cuantos con formación jurídica y unos cuantos más con suficiente criterio para hacerse las pertinentes preguntas sobre la razón y la oportunidad de una medida de gracia sobre la que el Tribunal sentenciador y el Ministerio Fiscal se pronuncian con total rotundidad. No me gusta las explicaciones del ministro Iceta puesto que el Tribunal Supremo no ha expresado ninguna opinión, ha informado, como dispone la Ley. Para opiniones la mía o la de ustedes, pero no la del Tribunal que no opina. Y qué decir del ministro Ábalos, el que sigue estudiando el tren Directo, que recurre a la figura de Nelson Mandela para defender los indultos. ¿Ignora Ábalos que Mandela fue condenado por un régimen, el Apartheid sudafricano, que no era democrático? ¿No se da cuenta que haciendo uso del caso Mandela para hablar de los presos del procès contribuye a poner en duda, indirectamente, el carácter democrático de nuestro sistema político?
La indignación no es cosa de fachas ni de revanchistas es cosa de demócratas que están cansados de que se desprecie la moderación y que cuatro décadas después de la reconciliación sigamos haciendo política de confrontación.