Juan Manuel Pérez

ENTRE HOY Y MAÑANA

Juan Manuel Pérez

Periodista


Los bisagras

09/05/2020

No he encontrado aún al politólogo que me justifique con unos razonamientos sólidos los auténticos motivos que han llevado a los partidos con espíritu centrista a desaparecer por el sumidero de las urnas. En un país donde buena parte de la ciudadanía se declara simpatizante con ese espectro ideológico son varias las siglas que han pasado a mejor vida una vez que han tenido que tomar decisiones. Cuando Ciudadanos se convirtió en la llave de muchos gobiernos, es decir, cuando tuvo que pasar de las musas al teatro, comenzó su declive. Buena parte de sus líderes autonómicos que apoyaron acuerdos de gobierno con el Partido Popular han quedado desdibujados y las encuestas les sitúan ahora en posiciones irrelevantes. De ser imprescindibles han pasado a ser contingentes. El único que se mantiene firme es el montaraz Igea. El vicepresidente de la Junta plantó cara al oficialismo naranja y durante la crisis de la pandemia se ha convertido en la voz más autorizada del ejecutivo autonómico. Las decisiones más trascendentes pasan por él o por su consejera de Sanidad, Verónica Casado. Su condición de médico le otorga una autoritas de la que carecen otros políticos, más pendientes del marketing que de la ciencia, y su carácter indomable le proporciona varios cuerpos de ventaja respecto a otros compañeros de gabinete mucho más prudentes.

La gestión de la crisis sanitaria y de la posterior crisis económica va a poner a prueba a los partidos. Y uno de los que se la juega en ese envite es el partido de Igea y Arrimadas. Los dos defendían modelos muy diferenciados, pero las últimas decisiones adoptadas por la nueva lideresa naranja parece que les han reconciliado. Ciudadanos pretende recuperar su condición de bisagra y abrir puertas a derecha e izquierda. Puede que la sociedad reclame ese talante en la clase política con la nueva normalidad. O puede que se polarice más de lo que ya está y que vuelva a castigar a aquellos que predican la moderación o la sensatez frente a las vísceras.