José Manuel Pérez Ovejas

Plaza Mayor

José Manuel Pérez Ovejas


Optimismo

26/05/2021

Nos encontramos en plena primavera. Los campos de cereal exhiben sus espigas al sol y las viñas lucen un vestido verde donde los racimos se hacen bien visibles. Por otro lado, la vacunación avanza a un buen ritmo y los datos de contagios van descendiendo. También vemos el verano más cerca y se percibe un cierto optimismo en nuestra sociedad. Da la impresión de que lo peor ha pasado y lo mejor está por llegar.
Se puede definir el optimismo como una forma positiva de captar la realidad. Ser una persona animada es algo que se desprende. También es una actitud caracterizada por la tendencia a descubrir más lo positivo que lo negativo, a ver o esperar lo mejor, a pesar de las apariencias. Es una disposición, un modo habitual de reaccionar ante algo, como una postura, un ademán. No es algo genético, sino adquirido. No está en el equipaje hereditario, es algo que se ha ido alcanzando mediante esfuerzos repetidos.
No hay árbol que no haya sido fuertemente azotado por el viento. La vida es la gran maestra y enseña más que muchos libros. Es la denominada experiencia de la vida, un saber acumulado de muchos años que forman una especie de magma en nuestro subsuelo y nos muestran lecciones rotundas. Se puede considerar que es la sabiduría almacenada en los archivos de nuestra memoria. Y está ahí, poniéndose en marcha según los avatares y circunstancias.
Uno de los padres de la psicología positiva es Martin Seligman, quien viene a subrayar que el optimismo es una pretensión que se alcanza teniendo en la cabeza la idea de que todo puede mejorar, por muy adversos que sean los acontecimientos personales. Por debajo de los acontecimientos negativos se esconde una carta buena que toca a cada uno descubrir. Hay que llegar a ese punto luminoso, levantando la mirada y dejar lo inmediato por lo mediato. Que el optimismo y la determinación siempre nos acompañen, ahora más que nunca.