René Payo

Del Ayer al Hoy

René Payo


Don Pablo

19/04/2022

Este Jueves Santo nos dejó Pablo González Cámara, canónigo y exdeán de la catedral, vicario judicial de la diócesis y ante todo sacerdote. Desde que tuve la fortuna de conocerle, hace ya más de 30 años, cuando regentaba varias parroquias del Valle del Odra, descubrí a una de esas personas que inmediatamente te atraen y cautivan, capaces de hablar de Dios y con Dios a través de las cosas pequeñas que, paradójicamente, son las más grandes, de lo que lamentablemente solemos tardar mucho en darnos cuenta. Desde ese momento, siempre le tuve por amigo en el sentido pleno de la palabra, siendo una de esas personas a las que puedes contar tus profundos sentimientos y con quien compartir alegrías y penas. En estos últimos cuatro años, he tenido la oportunidad de colaborar con él en el VIII Centenario de nuestra catedral, acontecimiento al que dedicó una parte de sus fuerzas con ilusión y sentido común hasta que la enfermedad le venció.

Probablemente no le gustaba que le llamaran don Pablo, pues quizá veía que ese tratamiento le alejaba de la gente a la que tanto quería y que hoy ya le echa de menos. Echamos en falta al sacerdote que nos guiaba de manera discreta con el ejemplo en su forma de vida definida por el compromiso con los demás. Echamos en falta a quien siempre nos mostraba el lado bueno de las cosas y nos hacía sonreír sobre todo en nuestras noches oscuras. Echamos de menos al sensible poeta que nos acercaba a Cristo y a María a través de su ágil pluma. Añoramos al hombre bueno que con sentido de plena empatía siempre se ponía en la piel del otro sin prejuzgar ni juzgar. Se nos fue don Pablo, al comienzo del triduo pascual, entregando su alma a ese Dios que siempre nos ayudó a encontrar en este mundo a través de su persona. ¿Qué más se puede pedir a un sacerdote? Hoy todos estamos un poco más huérfanos tras su partida, pero muchos nos quedamos con la gran enseñanza que nos transmitió al intentar hacernos ver todo lo que tiene de bueno aquello que nos rodea, aunque en principio no lo sepamos entender.

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