Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


A otra cosa, mariposa

12/06/2020

Menos mal que la mente humana es increíble, y que, con un par de semanas de terraceo, hemos recuperado nuestra nueva felicidad, esa que se había ido de excursión durante la pandemia. Si no fuera por las mascarillas o la distancia social de la que nos olvidamos con frecuencia llegaríamos a creer que ha sido todo un mal sueño.
Y así como si de un milagro se tratase, los comercios, las calles, el tráfico y los peatones hemos vuelto a tomar nuestros espacios y ocupar el vacío que se había apoderado de la ciudad.
Pero claro, con este nuevo estado de euforia nos olvidamos de la experiencia vivida y de lo importante que es que no se repita. Nos ha ocurrido con temas como las guerras, el terrorismo, las dictaduras… y luego pasa lo que pasa, que volvemos a repetir. Lo que sí es novedoso es lo que está pasando con nuestros dirigentes, creo que nunca habíamos tenido gente tan maleducada, y peor aún, tan poco preparada gobernándonos, y el problema es que empieza a no importarnos.
Parece que ya nos da lo mismo que nuestros dirigentes se insulten, o que nos escondan con descaro datos, o que aquellos que más ejemplo deben dar enchufen a sus amigos sin el más mínimo pudor. Incluso se ha producido el efecto contagio y a quienes se les presumían ciertos valores ahora les vemos dedicarse a mentir con descaro y esconder todo aquello que antes decían perseguir.
Lo cierto es que no podemos esperar mucho de un país en el que se promociona y premia la inactividad con subsidios y prestaciones. En cuantas ocasiones, buscando empleados para comercio, he tenido que escuchar negativa tras negativa de los candidatos, porque explican sin reparo alguno, que si cogen el trabajo pierden la ayuda que llevan cobrando un tiempo, y que por lo tanto no les compensa trabajar. Es evidente que algo falla en un sistema que genera la inactividad frente a la productividad. Europa está cansada de nosotros, y con razón. Solo espero que en vez de echarnos, nos intervengan y nos pongan las pilas para poder salir del agujero en el que estamos metidos. Mientras esto ocurre aprovecharé este periodo de las mil y una fases y me pondré a otra cosa mariposa.