Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


1-0. ¡Qué felicidad!

05/09/2022

Escribo esta columna con el subidón de vivir en directo la segunda victoria en El Plantío del Burgos. Dos de dos. ¡Qué gozada! Vuelvo a casa rodeada de gente feliz, a ninguno se nos borra la sonrisa, ni el orgullo. ¡Qué equipo! La entrega elevada a la máxima expresión. Futbolistas que dejan todo, y más en ese césped burgalés convertido ya en una visita al dentista para cualquier rival. Un fortín. Inexpugnable. También a domicilio. Marcar a este Burgos va a ser tarea ardua y más con este guardián estratosférico. El nombre más coreado, Caro, Churripi. Qué paradas, de dibujos animados. Dignas de Oliver y Benji. Los de 40 para arriba me entienden. Y no sólo los paradones, es la sensación de dominio, la confianza que inspira, la seguridad con la que sale, arriba, abajo, ni media duda, hasta en el porte se le nota. Caro decía hace unos días en estas páginas que el equipo no sufre, que disfruta defendiendo. Cómo no hacerlo. Ocho puntos en el zurrón. Tremendo botín.

Confianza ciega. Empezando por el entrenador. Tan intenso en la banda como sus gladiadores. Así les llama, henchido de orgullo cuando habla de ellos. El año pasado eran sus guerreros, éste, sus gladiadores. ?Gladiadores... que ganan. Con un estilo, una identidad propia. Y cuál es ese estilo, le pregunto al míster. «Ritmo, dinamismo, esfuerzo, siempre con la guardia alta». Así lo define. A bocajarro lo suelta. Y esboza una sonrisa cuando pronuncia dos palabras «intensidad y sufrimiento». Y así es. El secreto del éxito. Muy de Castilla, muy como somos. ¿Currantes? A tope, pero que nadie niegue el talento de una plantilla cincelada por el arquitecto de este sueño. Gracias Michu. 4 partidos, 2 goles, 8 puntos, sextos. ¿Se puede pedir más? Imposible. El animoso Plantío lo sabe. 1-0. ¿Dónde hay que firmar?