El Ayuntamiento de Burgos, a través de la Sociedad de Promoción, tiene la intención, aunque no la certeza de que lo vaya a poder hacer, de regalar viajes a los 100 estudiantes con mejor expediente de la ESO. Viajazos de un mes, con todos los gastos generales pagados, para aprender inglés en Reino Unido, Irlanda o Malta. 300.000 euros en total, 3.000 para cubrir los gastos de cada alumno, a excepción de las compritas personales.

El Proyecto Europa, así se llama el chollo, podría verse como un incentivo para que los estudiantes burgaleses hagan lo que tienen que hacer: estudiar. Estudiar al máximo para conseguir uno de los 100 mejores expedientes del año. Aquí no vale que se te den mal las Matemáticas o que la nota de Historia te baje la media, que tengas un mal trimestre o simplemente que no seas un cerebrito. Porque si no sacas notazas, no viajas.

El Proyecto Europa podría verse así, como un incentivo al estudio, si olvidamos otros factores cruciales como el dinero. Porque mientras los padres con menos ingresos no van a poder enviar a sus hijos a estudiar fuera la carrera que desean, otros con más dinerito se van a ahorrar, gracias a la generosidad del Ayuntamiento, el viaje de los suyos al extranjero.

Podemos verlo de cualquiera de las dos formas o de muchas más, estoy segura, y podemos volver a plantearnos si lo que realmente queremos es justicia o igualdad. Porque un adulto no necesita la misma cantidad de comida que un niño ni un rico el mismo dinero que un pobre. Porque un reparto justo entrega más alimento al adulto y más perritas al humilde. Aunque en vez de 9, haya conseguido una media de 7. Y quién sabe si en Inglés hasta ha sacado un 10.