La solidaridad de los diez minutos. Yo la llamo así. Es todo un regalo que debo a mis estudiantes. Principalmente. También a los nuevos tiempos. Incluso un poco a Fridays for future. Ya saben. El movimiento juvenil liderado por la hija de la madre de Greta Thunberg. También por la del padre de la misma criatura. Y es que la chavalería lleva razón. Diez minutos de tu día ayudan. Y mucho. Dúchate. No te bañes. Cierra el grifo, y lávate los dientes con un vaso de agua. Aféitate de igual modo. Friega los platos en una cubeta, y no uses el lavavajillas. Compra con bolsas de tela. Viaja en Blablacar. Usa los preservativos de ganchillo que en los setenta bautizó Jacques Carelman como objetos imposibles. Y, por supuesto, no tires de la cadena cuando mees. Optimiza los tres litros de agua que se utilizan cada vez que se descarga la cisterna de tu inodoro. Deja que tus fluidos amarillos reciban compañía más sólida. Diez minutos al día. Sí. No hace falta más. Para salvar el planeta. La misma cantidad de tiempo que revolucionó la primera ola de la pandemia. Aplausos. Serenatas. Disfraces. La cita de los balcones. Las ocho de la tarde. Otra vez la solidaridad de los diez minutos. En esta ocasión dedicada a los trabajadores de la salud. Con toda justicia. Los que consumían sus veinticuatro horas luchando contra la contaminación del rebaño. Supongo que por eso esta semana me he decepcionado. Especialmente. La comunidad universitaria de Burgos estaba convocada a un cribado masivo. Nueve mil personas. Ocho puntos habilitados para la realización de test en el Polideportivo. Por orden alfabético. Perfectamente organizado por la institución. La respuesta no ha sido generosa. Siete mil de los convocados se han quedado en casa. Alumnado en su mayoría. Se han confirmado cinco casos positivos. Gran resultado. Avala la presencialidad. Guardarán diez días de confinamiento. Pero cortarán la cadena de infección. No como los quince o veinte que no se han dejado detectar. Estos seguirán con su vida. Fuente y fuga de contagio. Dos millones de muertos después. Ejerciendo su derecho. El mismo que capacita al uso del lavavajillas. Será una nueva cepa. La de la solidaridad de los diez días. Lástima. Menos contagiosa...