Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


A echarse bici

26/04/2021

Según publicó este periódico la pasada semana, la calle Vitoria, que es a Burgos lo que la calle principal a los pueblos de las películas del oeste, contará con carril bici en 2022. Concretamente discurrirá entre la plaza de Mío Cid y la gasolinera de la Telefónica. Esta gasolinera, por cierto, obra de Marcos Rico, es una construcción modernista fabulosa, aunque actualmente está semiescondida por carteles, luminosos y hasta un grafiti y nadie le presta la más mínima atención, para variar.
Pero volvamos al carril bici, que para eso lo van a poner. Obviamente en la ciudad ya existen kilómetros de este tipo de vías pero la que se va a construir supone un salto cualitativo: es la primera que se levanta robando espacio a los coches en lugar de al peatón. O al menos que yo sepa, y eso que he repasado mentalmente el plano urbano buscando otro tramo similar al que nos ocupa y que eliminará un carril de tráfico rodado.
El cambio significativo, y por lo que va en la dirección correcta, es que hace más difícil, engorroso e incomodo utilizar el auto. Y de eso se trata, de empezar a cambiar los hábitos, como el límite de velocidad a 30, aunque al principio fastidie. En, pongamos dos o tres décadas, la movilidad no tendrá nada que ver con la actual, eso es seguro. Y en una ciudad como esta tenemos la ventaja de que, más allá de la costumbre cultural de coger el coche para todo, será fácil adaptarse. Burgos es pequeña, llana y no llueve mucho; las tres condiciones perfectas para moverse andando, en bici o en autobús, principalmente. ¿Por qué esperar?
El carril llegará de entrada hasta la Telefónica, pero no hace falta ser adivino para ver que continuará en algún momento hasta el final de la calle Vitoria y tendrá un ramal que discurrirá por Derechos Humanos hasta el río. Es de cajón. Y así se podrá recorrer la urbe completa dando pedales, restando espacio a los coches como sucede en cientos de ciudades de Europa, que no estamos inventando nada.
Uno es mucho más de caminar la ciudad que de recorrerla sobre dos ruedas, pero si lo ponen fácil va a ir siendo hora de echarse una bici y compatibilizar. Además, cualquier cosa por no tener que padecer algo tan estresante y pesado como conducir (y aparcar) en la ciudad. Un día que no se coge el coche, es un día en el que uno se siente mejor, liberado de un peso. Se llega de otro ánimo al destino. ¿A usted no le pasa? 
Salud y alegría.