Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Nueve mil euros

16/04/2021

Todos los días del año me sorprendo a mí misma leyendo esa sección tan poco racional como divertida del horóscopo. Lo mismo me da que sea en una revista, en un periódico, que en un panfleto publicitario. La cuestión es que me divierte, y la realidad es que los astros y el universo en general nos demuestran a diario que no tenemos ningún control ni poder sobre nuestras vidas. Ejemplo claro es esa luna que hace bailar las mareas y yo diría que también nuestras cabezas.
Alguna influencia de este tipo debió de caerle encima al pobre muchacho que se trasladó hasta Burgos para encontrarse con una chica que había conocido por internet. Y quiso el travieso destino, y la mala suerte, que por encontrarse en una casa determinada y en el momento equivocado fuera detenido por un presunto delito de tráfico de drogas, ello sin tener realmente nada que ver con esa situación. El nefasto resultado de esta coincidencia fue su ingreso durante todo un año en el Centro Penitenciario de nuestra ciudad.
La historia en sí es tremenda, no puedo pensar lo terrible que habrá sido la experiencia para este hombre. Pero lo más increíble y lo que me tiene estupefacta es la indemnización que se le ha concedido por la Audiencia Nacional, cuya valoración de doce meses sin libertad, metido en el trullo, se cree suficientemente compensado con 9.000,00 euros, habiendo además perdido su trabajo y un año de su vida. Tratándose de un error del sistema, no parece suficiente esta cuantía, cuando estamos acostumbrados a indemnizaciones millonarias en otros ámbitos mucho menos justificados. Tal vez a la Audiencia le haya entrado el canguelo por si nos ponemos a hacer comparaciones, y nos da por solicitar indemnizaciones millonarias, por las muchas limitaciones que se cometen a diario con nuestros derechos fundamentales, como son el derecho de reunión, de libertad de circulación, de privacidad, de libertad de expresión, a una muerte digna…
En definitiva, hay vulneraciones que no tienen precio ni indemnización económica posible, el problema es que ahora lo sabemos. Nos queda no olvidar y aprender. Seguiré leyendo el horóscopo con la esperanza de que cambien las estrellas y nuestra suerte.